Más se conoce en Toledo las peculiaridades del tiempo litúrgico del Adviento en el rito Hispano-Mozárabe, que llega a las seis semanas; o de las lecturas en la Cuaresma. Pero casi no se habla del tiempo de la Pascua y Pentecostés en este rito tan toledano. Este ha sido el granito de arena que ha aportado el deán de la Catedral y capellán Mozárabe, Juan Pedro Sánchez Gamero. Con su conferencia en la tarde de ayer, los Caballeros y Damas Mozárabes cierran este año el ciclo que ha llevado a Santa Eulalia a Juan Ignacio de Mesa, a Félix González Román, hasta el propio Sánchez Gamero.

El deán se acercó ayer al actual tiempo litúrgico de Pascua a Pentecostés, pero desde la perspectiva Hispano-Mozárabe, que no es exactamente igual a la Romana. Entre sus peculiaridades y originalidades, apuntó, está que el Domingo de Resurrección se integra dentro del Triduo Pascual, «no se concibe sin el Viernes Santo. Pasión, Muerte y Resurrección es algo que va totalmente unido». Como consecuencia, la Resurrección es una prolongación del Misterio. La Semana de Pascua también tiene sus características propias. Y el tiempo Pascual no termina a los cincuenta días con Pentecostés, en domingo, sino que lo hace con la Ascensión, en jueves, diez días antes. Por último, si a los nuevos bautizados durante la Vigilia Pascual en el rito Romano se les conservaba el traje blanco durante toda la semana, hasta el domingo siguiente 'in Albis', en el rito Mozárabe, se quitan el martes de Pascua. Estos pequeños cambios se siguen celebrando en Toledo.

Eso sí, apuntó el deán, «el sentido es el triunfo de Cristo que a nosotros también nos hace triunfadores, para ganarnos la vida eterna».

Tras dar detalles sobre la estructura y formación de este tiempo de la Pascua, Sánchez Gamero dio también un repaso a sus inicios y textos, así como a su sentido.