«El Ayuntamiento de Toledo es el único que ha puesto interés», relató Carlos Alberto Bretel, empresario de Prilux, tras explicar que su empresa también ha perdido tres o cuatro millones de euros, dado que recibió ayuda municipal con máquinas sacando lodo acumulado. Por contra, los afectados de la calle Río Mundo al ser una vía privada lo están teniendo más complicado a pesar de haber contado con ayuda del Ayuntamiento «un par de días» y se han visto obligados a pagar «una derrama» para intentar restablecer la normalidad en las empresas lo antes posible.
La situación de cada uno cobra tintes espeluznantes que demuestran la necesidad de ayudas económicas. Sobre este asunto, Fedeto lleva siendo clara desde el principio y exige al Consorcio de Compensación que sus evaluaciones sean «justas y adecuadas» en proporción a los daños, aunque Manuel Madruga avanzó que no lo serán porque a nivel práctico «los peritos no están más de veinte minutos» en las empresas afectadas.
De momento, continúa siendo muy complicado cuantificar los daños y las empresas afectadas en el Polígono industrial, pero se calcula que podría llegar al centenar de afectados y superar con creces los quince millones de euros de pérdidas. Por tanto, los damnificados esperan con cierta impaciencia a las subvenciones del Gobierno tras la declaración de Zona Catastrófica, pero temen que les llegue muy poco dinero.
Sobre este asunto, Fedeto no se esconde y su secretario general, Manuel Madruga, subrayó de nuevo que las ayudas serán «irrisorias y ridículas» a pesar de que ha sido reprendido por su calificativo, pero remarcó que luchará lo que haga falta para reclamar ayudas justas en función de los daños ocasionados porque no está dispuesto a conformarse con que los afectados reciban como subvención tres mil euros como máximos teniendo en cuenta que las pérdidas se cuentan a millones.
«Cuando sucede algo en España estamos solos, no hay nadie que nos respalde, pero se nos hincha la boca diciendo que estamos en un estado social», criticó con dureza Madruga, muy molesto también por el hecho de que las ayudas estatales se valoran conforme a una normativa de 2005, con lo que «una muerte vale 18.000 euros, una casa 15.000 euros y una empresa 3.000 euros».
Además, Madruga sostiene que son muchas las catástrofes que deben atenderse desde el Gobierno y la DANA en Toledo está por detrás «de Lorca» y de otras peticiones, pero mantiene la necesidad de que el Estado y el resto de las administraciones echen una mano «a los empresarios y particulares afectados» tras unas inundaciones que despiertan la necesidad de que se estudien a fondo porque el 3 de septiembre «no es el día que más agua ha caído en cantidad, con lo que hay que ver por dónde ha discurrido también», en clara referencia a la insuficiencia de las infraestructuras actuales.
Al respecto, también otros dos empresarios afectados se quejan de la situación. Andrés García, de 'Tolegarva' y representante del sector agrario, teme que los agricultores se queden sin ayudas y únicamente lleguen a los que disponen de seguro. YLuis Miguel Carmena, de Politol, imploró ayuda a las autoridades y recordó que los empresarios pagan cada vez «más impuestos», sanciones «y no tienen la culpa de lo que ha pasado».