Giménez no entiende que no haya detenciones tras tanto indicio

J. Monroy
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La Asociación Gitana insiste en que los niños Fernando y Ángel fueron asesinados y prepara una gran manifestación, que todavía está por definir si será en Madrid o Toledo

Giménez no entiende que no haya detenciones tras tanto indicio - Foto: David Pérez

La detención el pasado 14 de marzo en Cádiz del toledano Crístopher, alias Cristian, ha explicado Delegación del Gobierno, es por delitos antiguos y nada tiene que ver con la muerte de los niños Fernando y Ángel, aparecidos hace un año en el basurero de Toledo. Sin embargo, la familia de estos y en su nombre la Asociación Gitana insiste en señalar a esta persona como la principal sospechosa de unas muertes que la Policía ve accidental. De hecho, el presidente de la Asociación, Sinaí Giménez, apunta que «si las víctimas no fueran gitanas, con todas esas pruebas, indicios y declaraciones, en un caso normal, sin ningún tipo de duda, los sospechosos estarían en la cárcel hasta el día del juicio». No solo apunta a Cristian, sino también a Lucía, la chica a la que los niños vinieron a ver a Toledo, y a la madre de esta. En vista de la pasividad en la investigación, la Asociación Gitana prepara una gran manifestación para exigir justicia, que puede ser en el Ministerio de Justicia o ante los Juzgados de Toledo.

«Porque aquí estamos hablando cadena perpetua revisable, estamos hablando de dos menores de edad troceaditos y escondidos, intentaron hacerlos desaparecer», argumenta Giménez, «con una posible sentencia tan grande en cualquier caso, como mínimo, las personas mencionadas por todo el vecindario, con todas las pruebas aparecidas estarían en la cárcel».

Los indicios. Giménez vuelve a reiterar las evidencias, por no llamarlas pruebas, que señalan a Crístopher, padrastro de la niña a la que fueron a ver los niños fallecidos. Si la familia sospechosa declaró que hacía años que no tenía contacto con los niños, «resulta que en esos días hay cruces de llamadas, según las investigaciones de los teléfonos». Hay declaraciones, apunta, de las personas a cuyo nombre está el teléfono desde el que se pidió 30.000 euros de rescate por los niños que «dijeron que le dejaron el DNIa Cristian para comprar el teléfono y una tarjeta, por lo que parece que fue Cristian el solicitó el rescate». Apunta también a la camiseta de los niños que se mandó hacer desaparecer o a la pintura y limpieza del piso dos o tres días después de la desaparición de los niños, «eran los más guarros de España, y después se convirtieron en los más limpios». «Hay muchas cosas y todo se sitúa en ese edificio», apunta Giménez. A todo ello se une el «pasado complicado» de Cristian y el propio hecho de que se le haya detenido en Cádiz.

Luego está el hecho de que «el primer niño apareció entero, el segundo, apareció como sabe todo el mundo, hecho a conciencia, hay una diferencia entre uno y otro que hace pensar que hay una muerte violenta». De decir, entiende que no fue una muerte accidental, como dice la policía, sino un asesinato.

En 2023 hubo en Toledo diversas declaraciones en el Juzgado en torno al caso, aunque «parece ser, según nos cuenta, que Cristian no fue a declarar». De ahí que Giménez entienda que estaba en busca y captura. Desconoce si el ahora detenido acudió más tarde al Juzgado o si, estando en busca antes por los delitos de los que ahora se le acusa, decidió irse a Cádiz y por eso no acudió a la cita.

Tras todas estas evidencias, Giménez apunta que «una de dos, o Cristian es una pieza clave para la policía, o tiene un padrino muy bueno, porque no es normal, hay gente en prisión solo por sospechas, sin pruebas. En otro caso así, estarían en prisión, como mínimo, Cristian, Luci y su madre».

Lentitud policial. Se pregunta también Giménez por qué razón no se rastreó el teléfono de los niños desde el primer momento. «Lo dejaron porque eran quien eran los afectados, no le dieron importancia y después de 16 días, cuando yo llamo la atención a la Policía en Carabanchel, ya investigaron», apunta compungido, convencido de que siendo otras personas, se podría haber evitado las muertes, «todo tardó mucho hasta que nosotros intervinimos, no se hizo nada por parte de la Policía, y eso jugó en contra de los niños, y ahora vemos muchas pruebas e indicios». Compara esta investigación con la de Dina Quer y llega a la conclusión de que  «aquí ha habido una discriminación racial sin ningún tipo de duda».