Dos años después de su última incursión en la distancia Ironman, el triatleta toledano Pedro Tomé vuelve a la competición. Será este sábado en el Ican Triathlon de Gandía, en Valencia, con el objetivo de recuperar las buenas sensaciones del pasado. De momento, los entrenamientos han confirmado que la memoria del cuerpo no se ha resetado y que el capitalino está preparado para cuajar un buen papel.

«Tenía muchas dudas porque eran dos años sin competir y dos años más viejo, así que no me esperaba estar tan bien», reconoce Tomé, que ha podido recordar durante estos meses de duros entrenamientos «el sufrimiento de la larga distancia», como él mismo reconoce.

Gandía era el gran objetivo de la temporada después de su incursión en el Medio Ironman de Peñíscola, en el mes de abril. «Había que terminar la temporada con estas sensaciones», insiste. Y es que, hay que recordar que, a largo plazo, el integrante del Tritoledo tiene previsto regresar a Hawái, al considerado Campenato del Mundo de Ironman, en 2024, diez años después de su primera clasificación. «Era una fecha señalada y espero conseguiro», añade.

Por lo demás, para su preparacion, el toledano ha tenido que cuidar muchos más detalles que antes de la pandemia. «Le he dado mucha importancia a la alimentación y al descanso, y ahora hay que plasmarlo en la competición», insiste.

En cuanto a la pruena de Gandía, Tomé explica que es uno de los Ironman más llanos que existen. Se trata de un circuito «que te puede dejar KO», como apunta. Y es que, necesita controlarse en el segmento de bicicleta porque «te puede hacer gastar una energía que luegi puedes pagar en la carrera a pie». Por eso, el triatleta prefiere ser «más reservado para estar a pleno rendimiento».