La recesión económica que irrumpió como un vendaval en 2008 sigue dando coletazos aunque ya no se hable de ello y se mire a los datos macroeconómicos cada vez que salen a la luz grandes titulares. Lo decía Intermon Oxfam en un informe sobre la desigualdad de renta el año pasado, hacen falta once años, al menos, para recuperar los niveles económicos que mantenía España antes de esa gran crisis de hace doce años. También remarca el aumento sin freno ni maquillaje de la pobreza y las desigualdades en las distintas comunidades autónomas y provincias.

En este sentido, Toledo no se salva de la lista y presenta buenas, regulares y malas rentas per cápita y en los hogares en función del territorio de residencia y de otros muchos factores ligados al empleo, el envejecimiento de la población, la movilidad, la cercanía o lejanía a grandes núcleos urbanos, la industria y las nuevas tecnologías, entre otros. Según se desprende del estudio publicado recientemente por Gaizka Dorado como trabajo de fin de grado en Administración y Dirección de Empresas, los análisis de niveles de renta han pasado a ocupa un lugar preferente en las agendas políticas y en los organismos internacionales, pero aún están en barbecho en relación a las políticas activas y eficaces que ayuden a corregir las desigualdades en los próximos años.

Este estudio parte como un análisis pionero porque es la primera vez que se estudian los niveles de renta en la provincia municipio a municipio. La autora la eligió al formar parte de una comunidad autónoma con bastantes desequilibrios, ya que figura como la cuarta región con menor renta en el hogar y la quinta con la renta per cápita más baja en 2018.

Por contra, esta extensa radiografía indica que la ciudad de Toledo es el núcleo más equilibrado  de la provincia. Al margen del estudio de distintas variables, lo cierto es que «la localización de los hogares es un factor clave para determinar el nivel de renta, de manera que pertenecer a un núcleo urbano o estar en su área de influencia genera impactos y externalidades positivas desde el punto de vista de la generación de actividad económica y del empleo, tanto en su cantidad como en su calidad», apunta Dorado.

Toledo parte con buenas cartas. Es la capital de la región, una ciudad turística internacionalmente reconocida y distinguida como Patrimonio de la Humanidad, se sitúa cerca de Madrid, es un núcleo de referencia, es el municipio más poblado de la provincia, concentra a las administraciones públicas y «parte como un lugar atractivo para la concentración de empresas».

El estudio se divide en cuatro apartados en función de los niveles de renta per cápita y renta media por hogar y Toledo se sitúa en el más positivo, donde ambas variables son altas, dentro de ese 17,5% de municipios que recoge esta muestra, la mayoría en la comarca de La Sagra.

En este caso, Toledo también  puede presumir de pertenecer a otro apartado, que engloba los municipios con menos pobreza y desigualdad. El estudio pone en comparación la capital y Talavera de la Reina por el contraste entre ambas,   sobre todo, por la buena salud de la primera y la problemática situación económica de la segunda a pesar de «su baja renta por cápita y alta renta por hogar» que genera «niveles intermedios de pobreza». En este caso, se observa «que las diferencias entre las poblaciones más grandes de la provincia son sustanciales».

las cifras. Este trabajo toma como referencia los datos que ofrece el ADRH del Instituto Nacional de Estadística, publicados el año pasado en referencia a 2016. Al respecto, Toledo capital, con un población de 82.021 personas -el padrón actual  es de 85.116 a fecha 1 de enero-, mantiene un nivel de renta de 13.030 euros por persona, una cifra significativa que marca distancias con el resto de poblaciones de la provincia, ya que en segundo lugar está Cobisa, con 12.406 euros de renta per cápita.

La renta per cápita sirve de gran ayuda para determinar, junto a otros factores, la situación económica y niveles muy bajos alertan, sobre todo, de la reducción de la cohesión social,  el aumento de la conflictividad y el retroceso del crecimiento económico, como señaló Jansen hace un par de años. A priori, podría parecer que la renta de Toledo es alta, pero si se compara con otras ciudades es muy modesta, puesto que la media general se sitúa en 25.000 euros anuales.

Por otro lado, la renta media por hogar en Toledo es de 35.064 euros, únicamente superada por Cobisa, con 36.383 euros. Y la tasa de pobreza se sitúa en un 14,4%, con lo que esta localidad a pocos kilómetros de la capital también la aventaja porque disfruta de un 0,8% menos en este indicador.