Así suena el violín de cerámica de Talavera

Leticia G. Colao
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El músico Benjamín Nava y el ceramista Gustavo del Pino han unido sus dos pasiones en una pieza única y excepcional, un violín de cerámica talaverana que ya es una joya artesana.

La cerámica de Talavera ha subido de nivel demostrando una vez más que puede ampliar sus utilidades, incluidas aquellas que en un principio parecen imposibles o casi una locura. Así precisamente, como una «idea loca» surgió la idea en la cabeza del violinista talaverano Benjamín Nava, que se preguntaba por qué no podía tener entre sus manos un instrumento que uniera su gran pasión, la música, con el arte más reconocido de su ciudad, la cerámica.

La propuesta o «atrevimiento» pasó a Gustavo del Pino Rueda, ceramista de Segurilla y poco convencional en el arte cerámico que, lejos de quitarle la idea, la apoyó. «Al principio te choca un poco pero después de pensarlo medio segundo, dices, pues vamos a por ello», dice el artesano.

Así, tras varios meses de «proyecto, investigación, diseño, pruebas, roturas y llantos», el ceramista ‘ha dado a luz’ tres violines que ya son grandes joyas de la cerámica local. Dos se han mostrado hoy en su presentación en el Museo Etnográfico. El primero, con la tradicional greca renacentista en blanco, azul y amarillo. El segundo, por el que Nava siente «predilección», en blanco y azul y con algunos de los símbolos patrimoniales y turísticos más significativos de la ciudad, como la Basílica delPrado, la Colegial, Santa Catalina y el Puente Atirantado. «El violín de cerámica es talaverano pero si ponemos todos los monumentos es más talaverano aún», explica.    

Sinfonía talaverana para cuatro cuerdasSinfonía talaverana para cuatro cuerdas - Foto: Manu ReinoBenjamín es feliz cuando coge el violín entre sus manos. Lo hace con mucho más cuidado, consciente del «privilegio de tocar una joya» y con una sensación «impresionante».

La idea no era fácil pero tenían dos líneas claras a seguir: la primera, que el instrumento fuera completamente funcional, tenía que funcionar como un violín y no como objeto decorativo, con la posibilidad de afinarlo y lógicamente de tocarlo y disfrutarlo; el segundo, que debía realizarse de manera completamente artesanal con los métodos tradicionales de la cerámica de Talavera y Puente, reconocidos por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Y así fue. Ahora son piezas únicas que además de bellas y singulares, ofrecen música celestial, como demostró Benjamín. No obstante, el violinista reconoce una pequeña diferencia con el violín tradicional «porque es mucho más pesado a la hora de tocar y eso influye bastante, la agilidad es menor». Además de la cerámica, se ha intentado que sea lo más fiel posible a uno tradicional, y el mango es de madera. También se ha adaptado para poderlo amplificar y que pueda oírse tanto en lugares pequeños como en grandes auditorios.

Sinfonía talaverana para cuatro cuerdas
Sinfonía talaverana para cuatro cuerdas
El presidente de la Federación Regional de Artesanos de Castilla-La Mancha, Roberto Perea, también estuvo en el acto, junto a la concejala de Artesanía y Turismo, María Jesús Pérez, quien agradeció «la ilusión y la creatividad» de estos dos artistas de la música y la cerámica de los que ha nacido una pieza excepcional. La edil mostró el respaldo del equipo de Gobierno a cualquier manifestación cerámica «ya sea en su versión más tradicional o en los diseños más vanguardistas, porque detrás siempre estarán los procesos artesanales Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, de los que vamos a presumir allá donde vayamos, porque tanto la música como la cerámica tienen alma».