El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, ha felicitado su primera Navidad como responsable de la archidiócesis de Toledo. En su mensaje a los fieles, Cerro ha explicado que sus primeros meses al frente de la provincia eclesiástica primada han quedado marcados por «la pandemia», un acontecimiento que «lo ha trastocado todo» y que ha provocado que «el mal y el sufrimiento han irrumpido en nuestras vidas».

Cerro se ha referido a la importancia del amor en tiempos de tribulaciones. «En nuestros miedos y en nuestros desconciertos, y en las circunstancias duras que las que tenemos que afrontar los sufrimientos, o la enfermedad o la muerte, hay una luz que nada ni nadie es capaz de apagar, porque nada ni nadie es más poderoso que el amor de Dios», ha explicado el arzobispo en su misiva.

La conmemoración del nacimiento de Jesús representa para los cristianos, según el titular de la archidiócesis de Toledo, supone una nueva oportunidad personal y colectiva para los cristianos. «Necesitamos de su luz para caminar y para tomar las decisiones que con las que construir nuestro futuro. Necesitamos de su amor para superar el virus del individualismo y el egoísmo. Necesitamos de su fuerza para transformar este mundo», ha concluido.