Descubren retrato de Enrique III en San Juan de los Reyes

A.D.M.
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Ángel Fuentes, profesor de la Universidad de Córdoba, propone en un artículo publicado en la revista Hispanic Research Journal que aparezca en un relieve sobre la puerta de la sacristía, tradicionalmente identificado como la reina Isabel la Católica

Descubren retrato de Enrique III en San Juan de los Reyes

El convento de San Juan de los Reyes, uno de los edificios de Toledo que más ha atraído la atención de los historiadores del arte, todavía sigue deparando sorpresas. La última ha sido la identificación, realizada por Ángel Fuentes, profesor de la Universidad de Córdoba, de un retrato inédito de Enrique III de Castilla que la tradición local interpretaba como la representación de Isabel la Católica acompañada por sus hijas. El hallazgo, recientemente publicado en la prestigiosa revista Hispanic Research Journal -y del cual se ha hecho eco también el blog Tulaytula.com-, es especialmente relevante debido a la escasez de representaciones conservadas de este monarca, que nació en Burgos en 1379 y murió en Toledo en 1406.

Fuentes, doctor en Historia del Arte por la Universidad Complutense, explica en su artículo que el altorrelieve de alabastro de San Juan de los Reyes fue labrado más de un siglo antes de la construcción del convento, siendo probablemente realizado en torno al año 1399. La representación habría sido encargada por el monarca como imagen de devoción franciscana con destino no a San Juan de los Reyes -cuyas obras comenzaron a finales del siglo XV, en tiempo de los Reyes Católicos-, sino al antiguo convento de San Francisco, que los toledanos conocen popularmente como de la Concepción Francisca. Según Ángel Fuentes, el alabastro estaría representando ala familia de Enrique III durante una ceremonia de exaltación de la Cruz en la que también fueron esculpidos los retratos de Catalina de Lancáster (esposa del rey) y de un arzobispo, posiblemente Pedro Tenorio.

¿Cómo atravesó este relieve el Casco de punta a punta para acabar instalado en San Juan de los Reyes? Fuentes propone que el conjunto habría sido trasladado hasta la puerta de la sacristía de este último convento por la reina Isabel I de Castilla con una intención memorial. «La reina Isabel llevó a cabo una profunda reforma de los conventos toledanos, una operación que la movió a construir algunos de nueva planta y trasladar otros, según considerase que esta 'reforma' fuera más o menos necesaria». Fue en el año 1501, por expreso deseo de la monarca, cuando se decretó la mudanza de la comunidad religiosa desde San Francisco hasta San Juan de los Reyes, edificio que aún se encontraba en construcción. ¿Fue durante ese movimiento cuando se produjo el posible traslado del relieve?

Según el investigador, «la extraordinaria coincidencia cronológica entre el desmantelamiento del antiguo convento y la construcción de la sacristía del nuevo (hacia 1500-1503) lo hace sugerentemente posible. Desde luego, una vez expulsados los frailes, nada hubiese impedido a Isabel hacerse con esta ‘reliquia’ de devoción. Trastámara para situarla en algún lugar destacado de su nueva fundación como un instrumento legitimador, dentro de un contexto ceremonial fúnebre. Más aún cuando el relieve mostraba a sus abuelos haciendo gala de la misma piedad franciscana por la que era conocida la reina».

Enrique III fue uno de los monarcas que mostró mayor devoción hacia el santo de Asís y que apoyó con más fervor a los franciscanos. De hecho, su primogénito (el futuro rey Juan II) habría de nacer entre los muros de uno de sus conventos. Y aún más, a su muerte el rey se hizo enterrar en la Catedral de Toledo bajo una escultura que lo representaba ataviado con el hábito de san Francisco. Una de las pistas que llevó a Ángel Fuentes a identificar el relieve de San Juan de los Reyes con un retrato real fue la obsesión que Enrique III mostraba por el cordón franciscano. Incluso llegó a crear una orden de caballería cuya insignia no era otra que la cuerda anudada que también aparece ciñendo sus vestiduras en el altorrelieve toledano.

La ubicación del relieve sobre la puerta de la sacristía del convento tampoco sería casual. Este espacio, uno de los más impresionantes del edificio -antaño decorado mediante colosales escudos de los Reyes Católicos y sus sucesores-, se encontraba situado justo debajo del cuarto real, conjunto de estancias palaciegas que eran visitadas por los monarcas, especialmente durante las ceremonias funerarias. Es en este contexto en el que el relieve adquiriría pleno sentido en época de Isabel la Católica, al evocar la perdurabilidad dinástica a través de la rememoración de un importante antepasado difunto.

El alabastro de San Juan de los Reyes, asegura Ángel Fuentes, «ha de contemplarse ahora dentro del nuevo discurso de representación y legitimación llevado a cabo por los primeros monarcas de la dinastía Trastámara. Una política de persuasión y de visualización del poder en espacios públicos y semipúblicos que tuvo entre sus objetivos el de mostrar a los soberanos como monarcas elegidos o refrendados por la autoridad divina».

Profesor interino en la Universidad de Córdoba, Ángel Fuentes participa actualmente en varios proyectos de investigación nacionales e internacionales dedicados al estudio de la producción artística y cultural en la Edad Media. Durante los últimos años ha realizado estancias de investigación en instituciones como el Warburg Institute de Londres o el Institut National d’Histoire de l’Art de París.