El ángel de la guarda de 'Yako' viste de uniforme

Mario Gómez
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La previsión y el arrojo del agente de la Guardia Civil permitieron salvar a un perro de ahogarse en un canal en Mocejón. El animal había recorrido más de 11 kilómetros y estaba exhausto

Fernando Aguilera posa junto a Yako tras salvarlo de una muerte segura. - Foto: L.T.

El pasado día 15 de enero podría haber sido un día más en el servicio del Guardia Civil Fernando Aguilera Moreno. Sin embargo un aviso de la Central de Servicios, comunicando que en el Paseo los Molinos de Mocejón, habían encontrado tirada una moto de alta cilindrada y con la matricula arrancada, cambiaría la jornada y puso en valor la previsión del agente.

Junto con su compañero, mientras se dirigían al vehículo una vecina de la localidad les alertó explicando que había encontrado a un perro atrapado en el canal de agua que recorría dicho paseo, que se encontraba cansado y en un estado de desnutrición avanzado. La vecina explicó que habían dado el aviso al 112, pero que aún no había llegado nadie.

Acompañando a la viandante al lugar de los hechos Fernando y su compañero contemplaron la escena en la que el animal, debido al cansancio, se sumergía en el agua varias veces para después volver a agarrarse con sus patas delanteras a la pared del canal. Ante ello, ambos agentes actuaron por temor a que el animal se ahogase delante de ellos.

Los bomberos ayudaron a Fernando a rescatar a YakoLos bomberos ayudaron a Fernando a rescatar a Yako - Foto: L.TEn ese momento, y quizá se trata del motivo por el cual la actuación concluyó exitosamente, Fernando, motu propio, en la mochila lleva material extra, que no forma parte de la dotación que aporta la Institución. En concreto un botiquín y dos cuerdas de escalada, de 20 y 5 metros respectivamente, con las que confeccionó un pequeño arnés de circunstancias, que había aprendido a hacer cuando sirvió durante más de 7 años en la Brigada Paracaidista del ejército. Posteriormente, unió la cuerda larga con un mosquetón, la cual agarraría su compañero para ayudar a bajar al canal.

Ya inmersos en el rescate, aparecieron los bomberos que, les felicitaron por el procedimiento y se congratularon de que Fernando tuviera esas cuerdas y esas habilidades adquiridas para su manejo, que posibilitaron el hecho de salvar al perro. Una vez fuera, observaron que el perro estaba exhausto, «estaba cansado, hambriento y con frío», comenta y fue la vecina que dio la voz de alarma la que se encargó de llevarlo al veterinario para identificar a su dueña pues «no se trataba de un perro vagabundo ni abandonado, se le veía sano y además portaba collar» relata Fernando.

Una vez finalizado el rescate, realizaron las gestiones oportunas para averiguar los hechos que habían provocado que el animal acabase en aquel lugar atrapado y a punto de fallecer, y continuaron con la búsqueda de la supuesta moto.

Ya fuera de servicio, recibió un mensaje de un compañero que confirmaba que «Yako» se encontraba con su legítima dueña. El azar quiso, que se tratase de la propietaria de un bar en Olías del Rey, donde se ubica el puesto de la Guardia Civil al que pertenece Fernando, y además era residente en Villaluenga, por lo que acabó contando que el perro desapareció y llegó incluso a organizar una búsqueda dándolo por perdido al anochecer el día 14. La propietaria, se mostró infinitamente agradecida al desempeño de Fernando y su compañero y alabó la tarea amnegada de la Guardia Civil. Sin duda una experiencia que no olvidará este agente gaditano, que tras 7 años en las Fuerzas Armadas, aterrizó como Guardia Civil en Prácticas en julio de 2021 en Olías del Rey.