El jurado se retira a deliberar el veredicto

J.M.
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Los integrantes han escuchado durante la mañana las conclusiones de la Fiscalía, la acusación y la defensa

El jurado se retira a deliberar el veredicto - Foto: David Pérez

El jurado que decidirá el veredicto del crimen de Mora se ha retirado a deliberar pasadas las tres de la tarde, después de escuchar las conclusiones de la Fiscalía, las tres acusaciones particulares y la defensa. Así, la última sesión ha durado cerca de cinco horas.

El fiscal provincial intervino durante dos horas y cuarto, con el apoyo de un refresco y una botella de agua para resumir la base de la petición del ministerio público de prisión permanente revisable para el acusado, José Rafael G. S., de matar a su esposa, Cristina Martín. "Agarró el cuchillo con las dos manos. ¿Eso es muy importante? Saben porqué. Utilizando las dos manos se imprime mayor fuerza en cualquier acción. El acusado pretendía matar de forma segura, sin riesgo para él, que es la conducta alevosa", indicó. La existencia de alevosía diferencia el homicidio del asesinato. En este sentido, José Rafael confesó en la primera sesión haber apuñalado a su esposa, pero la defensa argumenta que se trata de un homicidio.

Al respecto, el fiscal recordó que los forenses confirmaron que el testimonio de la madre de Cristina, Vicenta, testigo de los hechos en el domicilio familiar, resulta "compatible" con las características de las dos heridas que presentaba la víctima. Así, la madre detalló que el acusado estaba arrodillado o de cuclillas junto al cuerpo de Cristina, que estaba apoyado lateralmente en el suelo. El representante del ministerio público señaló también que los expertos desvincularon el crimen de cualquier consecuencia de una depresión.

"Era altamente vulnerable", apuntó sobre la víctima uno de los dos abogados de la acusación particular que representa a la familia. El letrado se refirió a la "hipersensibilidad" de Cristina Martín, a quien producía un dolor intenso una corriente de aire. Y abundaba: "Que dé unos pasos andando no significa que pueda huir". De esta manera, incidía en la desprotección de la víctima como rasgo de la alevosía que fundamenta la petición de la prisión permanente revisable, junto con la vulnerabilidad de la mujer.

El letrado comentó que el ataque resultó "sorpresivo", dado que la víctima estaba descalza y no se podía esperar una reacción así de su marido. De ahí, la alevosía convivencial. "Que el señor es agresivo está más claro que el agua", resaltó.

El segundo abogado de la acusación particular subrayó que la defensa "intenta defender lo indefendible" y remarcó que el letrado ha intentado confundir a médicos, psiquiatras y forenses. "Cuando la familia cierra el grifo (económico), entra la depresión", dijo sobre el comportamiento de José Rafael meses antes del crimen. "No hay ninguna patología. No hay trastorno mental", aseveró.

Por su parte, la abogada que representa a la Junta de Comunidades explicó que se trata de un caso de extrema gravedad por la muerte de Cristina Martín y su alta vulnerabilidad. Asimismo, mencionó que queda una niña huérfana de madre y una familia destrozada. "Por supuesto que es un ataque machista. Por los insultos machistas, por la rotura del móvil. Cristina tenía que ir borrando las conversaciones", señaló y manifestó que la prisión permanente revisable se debe a ser "especialmente gravoso" por la hija huérfana y el móvil machista, teniendo en cuenta que la Fiscalía observa la agravante de cometer el hecho por razones de género. E indicó que el acusado debe quedar privado de la patria potestad.

Por último, la defensa aseguró que la víctima era vulnerable, "pero se podía defender". "No estamos aquí para vengar la muerte de Cristina. No estamos con el ojo por ojo", dijo el letrado, quien resaltó que se trata de un homicidio a una persona vulnerable. Asimismo, acusó a la familia de "edulcorar" lo que sucedía en la casa meses antes del crimen por la depresión de José Rafael, quien "quería a su mujer y la ensalzaba", afirmó el abogado.