Jesús González Amezquita, uno de los arquitectos que han intervenido en la elaboración del proyecto de rehabilitación de los Jardines del Prado, ha utilizado varios adjetivos para retratar la situación de partida de la actuación. Precario, deteriorado y con algunos elementos «de dudosa eficacia» fueron algunas de las fórmulas con las que se refirió a la situación actual del parque histórico. Todo ello, explicó, fruto del escaso mantenimiento que ha afectado tanto a la masa verde, como a los elementos arquitectónicos de los jardines.

El arquitecto detalló la situación de la que se parte y explicó las actuaciones que se han diseñado en esta rehabilitación integral. Así, señaló que de la superficie total del parque, de más de 2,75 hectáreas, un 5% se encuentra ocupada por construcciones o elementos arquitectónicos, un 60% por viales, paseos y plazoletas, y un 35 por infraestructura verde. En cuanto al arbolado, que se encuentra en avanzado estado de envejecimiento en un 35%, se va a proceder a una importantísima regeneración. De los 438 árboles censados, se van a suprimir, trasplantar, sustituir y plantar nuevas especies; siguiendo criterios de seguridad, se va a apostar por ampliar la superficie de vivaces y plantas de temporada.

Además, se van a reformar elementos estructurales como el Estanque de los Patos, la Fuente de las Lanzas, el pavimento de la zona de los toreros, las estructuras y elementos cerámicos de la glorieta del magnolio, remates en los bancos del paseo central, entre otras. También se actuará en la mejora de pavimentos y redes de riego nuevas y de evacuación de agua.

González Amezquita se centró en que el proyecto de recuperación quiere favorecer la transversalidad del parque, para romper la dinámica longitudinal que se impone hasta ahora. Además de los paseos, que se van a mejorar tanto en el arbolado, arbustos y plantas, como en el firme, se refirió a la intervención en la zona limítrofe con la avenida de Extremadura, que ahora hace de muro y que se pretende integrar con un nuevo concepto que recupera aspectos históricos y que, además, favorece ese tránsito transversal.

Lanzó además una propuesta, que todavía no ha sido recogida por el equipo de Gobierno, para generar lo que definió como dos hitos, en el jardín del magnolio y en el área donde se ubica el busto de Joselito. Para estos puntos, el redactor del proyecto propone dos fuentes de cerámica, que actuarían de elementos propios y característicos con lo que se dejaría una impronta de esta intervención. En este sentido, González Mezquita precisó que se podrían convocar concursos de ideas entre los artesanos y ceramistas para elegir después las propuestas a desarrollar.

El carácter de BIC de los Jardines del Prado obliga a que la Consejería de Cultura se pronuncie sobre la incorporación de nuevos elementos, razón por la cual habrá que esperar para comprobar si prospera esta propuesta.