Las denuncias por violencia de género caen un 4,3% en Toledo

M.G
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Los datos indican que el año pasado fue atípico también en la provincia de Toledo por el confinamiento y las restricciones sanitarias. Los tribunales tienen constancia de que 1.620 mujeres sufrieron malos tratos, 82 víctimas menos que en 2019

Las denuncias por violencia de género caen un 4,3% en Toledo - Foto: ï»David Pérez

«Se veía venir». Es una frase de moda, pero la mejor para resumir lo que ocurrió el año pasado en relación a la violencia de género. Los expertos, las asociaciones y otros muchos profesionales apuntaron desde que se inició el confinamiento por el coronavirus la primavera pasada que esta singular situación podía disparar los casos, agravar los existentes y esconder muchos de ellos pese a que la actividad urgente de los juzgados se mantuvo en pie por necesidad.

Desde el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género la  grave problemática no ha pasado desapercibida. «Los datos estadísticos permiten visualizar el importante impacto que la crisis sanitaria ha tenido para las víctimas de la violencia de género no solo durante los meses del confinamiento más duro, sino también en los meses siguientes, en los que ha seguido habiendo medidas anticovid que han restringido el movimiento de las personas», sostiene la presidenta Ángeles Carmona. En líneas generales, se calcula que más de 17.000 mujeres no denunciaron su situación por miedo, por permanecer encerradas en casa con el agresor y por temor a que les pasara algo a sus hijos.

Según la estadística publicada del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los tribunales de la provincia de Toledo contabilizaron 1.620 víctimas a lo largo de 2020, 82 menos que en 2019. Si bien, la lectura de los datos se queda algo corta para evaluar la problemática a grandes rasgos, puesto que muchos casos todavía no llegan a la Justicia a pesar de las recomendaciones de denunciar y de las ayudas que plantean las administraciones, la mayoría por miedo y por dependencia emocional.

Por otra parte, las denuncias por violencia sobre la mujer disminuyeron un 8,4% en los tribunales del país respecto a 2019. En este, caso, los juzgados de la provincia de Toledo también siguieron la misma línea aunque la caída de  las denuncias fue menos significativa, concretamente del 4,3%, ya que en 2020 los tribunales recibieron 1.728 denuncias, 78 menos en comparación con el año anterior. Es decir, un 26% de denuncias por cada 10.000 habitantes.

La estadística vuelve a recoger que la mayor parte de las denuncias se tramitan a través de atestados policiales. De esas 1.728, 1.569 siguieron esta vía a instancias de la víctima. Si bien, los números también evidencian la escasa implicación del entorno familiar porque únicamente hubo trece denuncias en 2019 con participación del entorno cercano. Carmona no para de insistir en la importancia de que la familia arrope a la víctima, ayude a visibilizar la situación y acuda los tribunales.

delitos y condenas. Los juzgados de la provincia de Toledo tuvieron constancia de un total de 1.965 delitos relacionados con la violencia de género, un 5,5% menos que en 2019. El año fue aciago porque se produjo un homicidio en la Puebla de Almoradiel. Todo indicaba en su momento que la pareja mató a la víctima, de 43 años, en su domicilio y en presencia de sus dos hijos, uno más de los horrendos crímenes que se perpetran todavía. El de esta mujer fue uno de esos 45 que se produjeron en 2020.

La lista de delitos se completa en su mayoría con lesiones y malos tratos recogidos en distintos artículos del Código Penal, aunque también se contabilizaron dos delitos contra la libertad  individual.

En relación a los tribunales, los toledanos juzgaron a 304 varones por malos tratos frente a los 337 del anterior y no hubo ninguna mujer encausada por este tipo de violencia. Los jueces terminaron condenando al 85,9% de los enjuiciados, un porcentaje bastante significativo que demuestra el relevante papel de la Justicia en esta problemática tan enquistada. Y refleja un aumento del 3,4% si se compara con 2019.

Las órdenes de protección, una de las fórmulas más utilizadas para proteger a la víctima, aunque  se ha demostrado desde hace mucho tiempo que resultan insuficientes, también mantienen una importante actividad en los juzgados toledanos. El año pasado se solicitaron 529 órdenes, 19 menos que en 2019, de las que se adoptaron 368 y se denegaron 161.

El dato más inquietante para los profesionales de la Justicia sigue siendo la dispensa de la víctima de la obligación de declarar. El año pasado hubo 186 mujeres que renunciaron, lo que provoca que finalicen los casos porque el testimonio de la víctima suele ser fundamental. Además, la estadística llama la atención especialmente en estas cifras ya que aumentó un 272% respecto a 2019.

El resumen del Observatorio no podía ser más acertado: «La violencia de género es una pandemia en la sombra». Una frase pronunciada hace poco por la directora de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka.