Los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Toledo trabajan en estos momentos con seis personas sintecho, atendidas por el área de Coordinación. Llegaron a ser siete, pero hay que tener en cuenta que algunas son personas itinerantes, que no están siempre en Toledo. Aún así, desde Policía y Servicios sociales se les atiende, y durante Filomena se les buscó espacio para dormir, ropa de abrigo y comida.

Así lo ha explicado la concejal encargada del área, Ana Abellán, quien también ha defendido la labor de la veintena de trabajadoras sociales del Ayuntamiento, que están dando ayuda de manera directa e indirecta a las personas más lo necesita, vulnerables o en exclusión social, labor «que desarrollan con total profesionalidad y atendiendo a los principios que rigen en su profesión».

Una de estas personas es Miguel, el toledano que vive en el río y que está siendo protagonista en los medios a nivel nacional. Sus amigos entregarán este jueves al Ayuntamiento las firmas por una vivienda digna para él y sus perros. En estos momentos, las firmas rozan las 57.000.

Abellán es conocedora de la situación de Miguel, un usuario que lleva tiempo en Servicios Sociales, «cada vez que ha requerido atención, se le ha atendido, se le han solventado las necesidades que ha presentado», y ahora las necesidades que presenta son más complejas. La edil aplaudió el compromiso de la ciudadanía con él para ayudarlo, «todos tenemos que tener ese compromiso, Servicios Sociales y ciudadanía». El Ayuntamiento, en definitiva, está «haciendo todo lo posible», tanto en este caso, como en el resto. No puede dar más datos por respeto a la dignidad y la confidencialidad del propio Miguel.

Actuaciones. La acatuación de los Servicios Sociales, apuntó Abellán, se canaliza a través de ayudas de emergencia, itinerarios laborales, becas, planes de empleo u otra serie de herramientas. Es una labor coordinada con otras administraciones y otras áreas del Ayuntamiento, como Policía Local, y se desarrolla de acuerdo a las necesidades de cada usuario.

Esta atención personalizada, apuntó la edil, tiene que partir ineludiblemente de los principios de autodeterminación y de confidencialidad. Es decir, la atención municipal tiene que respetar siempre la capacidad que tienen las personas de decidir libremente sobre su destino, y solo en caso muy excepcionales (daños a la integridad de otra persona, situaciones de incapacidad, que puede haber un daño personal) se les puede quitar la capacidad de decisión. Además, el trato del profesional siempre ha de ser confidencial. De ahí que ella no pudiera dar más datos, tanto del caso de Miguel, como de los otros cinco.

Lo que sí que pudo explicar es que algunas de las actuaciones que los Servicios Sociales han llevado a cabo son muy complejas, porque llevan asociadas otras patologías o condicionantes, de muy difícil actuación. En algún caso, incluso, ha sido necesario dar parte a la fiscalía, para que tome una decisión, sobre todo ante una situación de riesgo para la salud de la persona.

Abellán dejó claro que, «a nadie le dejamos en la estacada», ninguna familia o usuario ha dejado de ser nunca atendido en los Servicios Sociales. Siempre se ha trabajado con ellos de una manera activa y se ha puesto sobre la mesa las herramientas disponibles y de acuerdo con el perfil del usuario, «pero la confidencialidad no me permite dar más datos».