Lucas Búa tiene el propósito de que 2022 sea el año bueno. La temporada en la que consiga recuperar las buenas sensaciones y la confianza en sí mismo que se perdieron en 2019 y que la pandemia se ha encargado de tapar desde entonces. De momento, el inicio ha sido esperanzador, y al ello se aferra el velocista toledano, que ya ha superado el gran bache que supuso el pasado verano y su ausencia en los Juegos Olímpicos de Tokio.

El domingo se probó en un control de marcas en Madrid, en la pista cubierta del Centro Municipal Deportivo Gallur, y el resultado fue importante, «con buenas sensaciones y marca personal», a pesar de ser una incursión en la distancia de los 300 metros, cuando su especialidad son los 400.

Es un buen punto de partida, los cimientos de un 2022 que viene cargado de citas importantes, en las que el corredor del FC Barcelona espera estar a la altura. Se topará con el primer objetivo a finales de febrero, los días 26 y 27 de febrero, con el Campeonato de España Absoluto en Pista Cubierta, con sede por designar.

«Ahora es momento de seguir trabajando para obtener resultados», reconoce el capitalino, que también quiere clasificarse para el Campeonato del Mundo en Pista Cubierta de marzo en Belgrado (Serbia). Ya en verano, en la pista al aire libre, el calendario trae el Campeonato del Mundo, entre el 15 y el 24 de julio en Eugene (Estados Unidos), y el Campeonato de Europa, entre el 15 y el 21 de agosto, en Múnich (Alemania).