El Ayuntamiento de Talavera ofrecerá la ayuda de los ceramistas talaveranos a las ciudades de Ciudad Real y Gijón después de conocer la cerámica de Ruiz de Luna dañada en sendos actos delictivos. Según ha indicado a este diario el concejal de Patrimonio, Sergio de la Llave, se enviarán cartas a los ayuntamientos para lamentar los hechos y a la vez, ofrecer la colaboración y maestría de los artesanos locales. «Talavera cuenta afortunadamente con artesanos que están a la altura tanto para restaurarlo como para realizar reproducciones».

De la Llave lamenta el daño ocasionado a piezas firmadas por Ruiz de Luna en los años 20 del pasado siglo, patrimonio cultural de primer nivel en Ciudad Real y Gijón. La primera, la fuente La Talaverana, en el parque de Gasset de la capital  manchega, que el pasado 29 de diciembre amaneció destrozada por un vándalo, que había utilizado un extintor derribando piezas de una fuente muy similar a la de las Ranas de los Jardines del Prado. Una semana después, en este caso en el edificio ‘La  Gota de Leche ‘ de Gijón, un hombre al que detuvo la Policía Local entró en el edificio con dos martillos, rompiendo cristales, muebles y todo lo que encontró a su paso, entre ellos una de las muchas placas cerámica firmada por el genial ceramista en este edificio que fue un Instituto de Puericultura en sus inicios.

«Desde el Ayuntamiento nos ofrecemos e invitamos a que cuenten con la labor de los ceramistas talaveranos antes de que tomen alguna otra alternativa», indica.

La labor deberá ser llevada a cabo no solo por artesanos ceramistas locales sino también por restauradores, aunque algunos ceramistas conocen igualmente las mejores labores de restauración para este tipo de piezas. De ser un restaurador, necesitará igualmente la labor y el asesoramiento de un ceramista para conseguir la técnica o la misma gama cromática que la obra original.

El concejal ya conoce esta problemática de patrimonio cultural y artístico dañado por la mano de los vándalos en la ciudad. En los últimos años, numerosas obras, algunas de ellas en los Jardines del Prado además de algún mural, han sufrido este tipo de actos vandálicos, sin justificación alguna.