Dentro de las múltiples campañas que Cruz Roja lleva a cabo a lo largo del año, en la mañana de hoy ha tenido lugar el reconocimiento a las empresas y personas que con sus actuaciones han contribuido a la campaña «Sus derechos en juego», que tiene como finalidad repartir sonrisas entre los más pequeños de hogares con familias en situación de dificultad social.

El espíritu de la campaña radica en lograr distribuir juguetes nuevos a niños que debido a las circunstancias familiares no tienen derecho a ello, y que tal y como explicaba el presidente provincial de la institución, Juan Carlos Santos, «sin duda se trata de uno de los proyectos más importantes de cuántos desarrolla Cruz Roja».

Desde la entidad catalogan este proyecto como «esencial» puesto que tienen como destinatarios un colectivo muy especial como es el de los niños, para permitir «eliminar diferencias» y continuar en la línea iniada cuando desarrollaron la campaña de material escolar durante la vuelta al cole y ahora con los regalos navideños, logrando la «igualdad y dignidad». 

El conocido ex-futbolista y entrenador Aitor Karanka destacó «la ilusión que desprende la actividad de Cruz Roja». - Foto: Yolanda LanchaUn proyecto muy ambicioso que pretende llegar a 1.500 niños, por lo que Santos agradecía a los que lo han hecho posible, pidiendo que se convierta en un estímulo para continuar la colaboración.

 Aitor Karanka exfutbolista y entrenador, Jorge Martínez como director de Carrefour Talavera, Cesar Jimeno de la Fundación La Caixa, Marcos Lara de la Cooperativa Acesur, Manuela Cabero en representación del Colegio Oficial de Médicos de Toledo y Samuel Torrijos responsable de Juguettos en la zona de Toledo, fueron los encargados de recoger los reconocimientos coincidiendo en el «orgullo» de colaborar con la infancia, así como en la «intención de continuar haciéndolo», destacando la «ilusión que transmite Cruz Roja» o la importancia de eliminar juguetes de tipo bélico en la infancia.

De esta forma, se logra un principio de equidad y no discriminación, logrando que estos 1.500 niños puedan «estrenar juguete» y eliminar así posibles diferencias entre niños ya que «no hay infancia de primera y segunda categoría».