Yuncos pide proteger a los 200 operarios de Hayward Ibérica

A.P.González
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La alcaldesa, María José Gallego, lamenta que «200 familias vivan un futuro incierto» tras la devastación provocada por el incendio del pasado jueves

Estado en el que quedaron las naves calcinadas. - Foto: La Tribuna

Sobre las 21.00 horas del jueves, festividad del Corpus Christi, una densa columna de humo negro era visible desde buena parte de la Sagra alta. Ardía una nave del polígono industrial ‘Villa de Yuncos’, una de las once que en este rincón industrial de la ciudad del norte de la provincia ocupa Hayward Ibérica, una empresa de matriz estadounidense dedicada a la fabricación de suplementos para piscinas. El material inflamable con que  elaborar algunas de las piezas de su catálogo favoreció la propagación de las llamas. El fuego se extendió a otras dos naves más. Hasta catorce dotaciones de bomberos, diez del Consorcio Provincial de la Diputación de Toledo y cuatro desde la vecina Comunidad de Madrid, se desplegaron: el incendio se controló de madrugada y se pudo extinguir sobre las 18.00 horas del viernes.

«Fue una situación muy complicada, parecía que no había manera de salir», narra María José Gallego, alcaldesa de Yuncos. Los testimonios que le han hecho llegar los trabajadores presentes en la nave en el momento del incendio confirman la rapidez con que el fuego se expandió. Aún no hay una causa oficial que explique su origen, aunque un chispazo se apunta como la causa más probable. El recuento de daños prosigue: no hay heridos, pero los vehículos calcinados por la combustión se elevan hasta, al menos, la media docena.

El viento se llevó el humo lejos del núcleo urbano de Yuncos durante las horas de mayor intensidad en la combustión. La dirección que tomó acercó la espiral a Numancia o Esquivias. El Ayuntamiento de Yuncos tomó «todas las precauciones» y recomendó, junto al 112, Protección Civil y bomberos, que se cerraran ventanas y puertas. El viernes, colegios e institutos abrieron con normalidad. «El trabajo de seguridad y protección que se ha hecho ha sido extraordinario», remarca Gallego.

La principal preocupación pasa por el futuro de los 200 trabajadores que la compañía tiene en su planta de Yuncos. Tal cifra hace de Hayward «una de las cinco más importantes» del municipio según el volumen de asalariados. «La empresa está valorando la situación, están intentando funcionar y que parte de los trabajadores se reubiquen y sigan con su labor en las naves que están en buen estado», explica la regidora. Gallego se compromete a «ayudarles cómo se pueda» y promete atender este caso con mimo. «Son 200 familias que viven con desconcierto un futuro incierto».