La crisis del coronavirus ha llegado a Castilla-La Mancha cuando un 30,7% de su población ya estaba en riesgo de exclusión o pobreza. Eso supone que ya había 678.000 castellano-manchegos que estaban en la cuerda floja antes de la crisis, como recoge el informe que hace todos los años la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN). El dato se consigue con lo que se denomina tasa Arope, que agrupa tres  indicadores a la vez. Uno es el de pobreza (renta), otro es el de privación material severa (cuando no se pueden afrontar al menos cuatro de una lista de nueve indicadores básicos de consumo) y un tercero es el de baja intensidad de empleo (cuando no se llega al a ño a un 20% de la capacidad de trabajar).
Por ver el lado positivo, la tasa de riesgo de pobreza y exclusión bajó un 8,3% en Castilla-La Mancha en 2019. Pero en la parte negativa está en que sigue un 6,6% por encima de la que había en 2008. Cuando estalló la anterior crisis estaba en un 28,8%. Es decir, que esta del coronavirus llega con más castellano-manchegos en situación difícil. «Cuando viene la crisis, el impacto se ve mucho en la gente más pobre», comentó Juan Carlos Llano, sociólogo autor del informe, «cuando empieza la recuperación económica, son los últimos».
Aunque en este informe no se puede ver todavía el impacto del coronavirus, Llano expone lo que ocurrió en la crisis anterior. Apuntó que en el conjunto del país una bajada del PIB del 9,2% en varios años se tradujo en un incremento acumulado de la pobreza del 50%. Es toda una alerta, pues solo para este 2020 hay previsiones de caída del PIB del 14%.
Pero lo que no recogen los datos, sí se recoge en una percepción de lo que está pasando este 2020. «La experiencia directa de la atención al público de las entidades queforman la EAPN nos indica un aumento enorme, tanto de la cantidad de personas como de la problemática general que les afecta, un cambio de perfil de gente que antes no lo necesitaba y que aparece por primera vez». comentó.
Desgranando el dato de 2019 por indicadores, en el umbral de pobreza había 532.000 castellano-manchegos, que son 73.000 menos que el año anterior. De ellos estaban en pobreza severa 226.000, uno de los datos que más se había reducido en los últimos años en la región. En situación de privación material severa (mínimos de consumo) había 150.000 personas. Yalrededor de 180.000 vivían en hogares con baja intensidad de empleo.

Hay 24% pensiones en umbral de pobreza
Solo por lo poco que cobran hay 24% de pensionistas condenados al umbral de la pobreza.

El 13,2% de la población vive con menos de 522 euros
El dato es de la región y el umbral se coge de lo que cobra la décima parte más pobre del país. Si Castilla-La Mancha estuviera en la media daría un 10% y no un 13,2%.

Faltan 1.053 euros para recuperar el poder adquisitivo de hace una década

Es lo que falta de renta al año para igualar la capacidad de compra que se tenía de media en 2008.

La tasa del sur: 33,7%
Castilla-La Mancha está mejor que la media de las regiones del sur, pero peor que la media de las del norte, que es de 18,8%

El 39,3% no puede afrontar gastos imprevistos

Casi cuatro de cada diez castellano-manchegos marca esta respuesta, que es uno de los mínimos de consumo que denotan una calidad de vida digna.

El 13,2% no puede mantener la casa caliente
Este es uno de los indicadores que más describe la dureza de la situación de pobreza. Hay además un 6,2% que dice que se ha retrasado en el pago de gastos asociados a la casa durante el último año.