El delegado de la Junta en Toledo, Javier Úbeda, y el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Tomás Villarrubia, han visitado las obras de adecuación que se están ejecutando para albergar la base-retén de incendios de La Guardia.

Estas obras de adecuación se están ejecutando en lo que fue el antiguo matadero municipal, actualmente en desuso, un local que ha sido cedido por el Ayuntamiento de La Guardia a la empresa pública Geacam para la adecuación de este local como base-retén de incendios.

El presupuesto de licitación de estas obras fue de 138.896 euros, un presupuesto de contratación que está cofinanciado en un 75% por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader), el 7,5% por la Administración General del Estado y el 17,5% corre a cargo del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Durante la visita, el delegado de la Junta en Toledo, Javier Úbeda, tras agradecer al alcalde de La Guardia, Francisco Javier Pasamontes, la cesión del local a Geacam, ha puesto en valor “la colaboración entre las administraciones públicas, ya que además de optimizar el uso de los recursos públicos, es imprescindible para garantizar los mejores servicios públicos a la ciudadanía, en este caso para su seguridad en caso de emergencias como son los incendios forestales”.

La base-retén de La Guardia se ha diseñado para poder albergar en las instalaciones a diez trabajadores durante la época de riesgo alto y extremo de incendios forestales, así como también dispondrá de una sala de formación para 20 personas.

El delegado provincial de Desarrollo Sostenible ha indicado que “las obras se encuentran muy avanzadas y la previsión es que puedan estar concluidas a lo largo del mes de junio”.

Esta obra de la base de La Guardia se enmarca dentro del proyecto de mejora de las infraestructuras que se está llevando a cabo en la provincia de Toledo y cuyo objetivo es adecuar o mejorar diferentes base-retén que se encuentran en un estado de conservación deficiente o presentan alguna carencia en cuanto a su adecuación a los requisitos de seguridad y salud en los lugares de trabajo.

Asimismo, algunas de ellas se adecuarán también para cumplir los estándares de eficiencia energética y garanticen el confort térmico, con la finalidad de potenciar la sostenibilidad de las edificaciones de las bases-retén de la provincia.

“Se trata, por tanto, de mejoras en las construcciones ya existentes, muchas de ellas pequeños arreglos o actuaciones de mantenimiento, no de realizar obra nueva”, ha explicado el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, que indicaba que “algunas de estas obras están finalizadas y otras en ejecución”.

Con estos criterios, el proyecto de acondicionamiento y mejora en la provincia de Toledo contempla las siguientes: Base de Navalcán; Base de Oropesa: Base de Talavera de la Reina; el Centro Operativo Regional de lucha contra incendios (COR); Base Retén de Lucha contra Incendios Forestales (RLCIF) Dehesa Boyal de Los Navalmorales; Base RLCIF de Hontanar; Centro de Vigilancia Fija de La Estrella; Base RLCIF de Sevilleja de la Jara; Aeródromo RLCIF Quinto de Don Pedro; Centro de Vigilancia Fija La Calderina; el RLCIF de San Pablo de los Montes; la Base de Yuncos; la Base de Espinoso del Rey; la Base de Robledo del Mazo; la Base de Madridejos; la Base Patrulla de Villatobas; el aeródromo de La  Nava de Don Diego; el Punto de Vigilancia de Hontanar; el Punto de Vigilancia Los Aljibes; el Punto de Vigilancia El Castillazo; el Punto de Vigilancia de  San Pablo de los Montes; el depósito de Los Navalucillos y la Base de Almorox.

Por último, Villarrubia ha asegurado que “el Gobierno de Castilla-La Mancha está culminando los preparativos de la campaña de incendios forestales que arrancará el próximo 1 de junio” y ha recordado que “para ello hemos aumentado hasta los 90 millones de euros el presupuesto de prevención y lucha contra incendios forestales en la región, así como se va a contratar más personal de cara al inicio de la campaña”.

Así, el Gobierno regional ha dado luz verde a la contratación de 21 ingenieros para los puestos de mando de las emergencias forestales, pasando de las 17 existentes a 38, y se quiere reforzar los retenes con en torno a 250 trabajadores que se suman para reforzar el dispositivo de incendios durante los cuatro meses de verano.