«Achacamos gota fría al Mediterráneo y es toda la Península»

L.G.E.
-

La delegada de la Aemet en Castilla-La Mancha cuenta que cada año van ampliando puntos de observación y quiere otro en el Triángulo del Frío. Sobre Filomena dice que la idea es que «quizá cada siglo se repita, pero podría pasar el año que viene»

«Achacamos gota fría al Mediterráneo y es toda la Península» - Foto: Javier Pozo

Paloma Castro sabe que la Delegación de Aemet en Castilla-La Mancha es humilde, pero muy divertida. Aquí tiene uno de los polos fríos de España, en la zona de Molina de Aragón, vientos y tolvaneras, máximas de más de 40 grados en verano, nieblas que duran semanas en invierno, montañas que paran borrascas y otros pasillos que les abren hueco, áreas que se comportan como el norte de Murcia o como el oeste de Valencia. «La meteorología no tiene fronteras», expone la delegada de la Aemet en la región.

Todos sabemos el resultado del trabajo de la Agencia Estatal de Meteorología. ¿Cuál es la parte que hacéis desde las delegaciones regionales?

Aemet funciona como un todo. Es una agencia clásica, pero no antigua, está totalmente actualizada en sus medios. Funciona como un todo con 1.200 funcionarios y, parte de ellos, unos 500, están destinados en delegaciones. Castilla-La Mancha es de las más humildes y recientes, pues fue una escisión de la de Madrid. Aquí no llegamos a 30 personas. 

Lo que hace una delegación es llevar al público y a las instituciones,  autonómicas o locales toda la información que puedan necesitar. Por ejemplo, un día que hay una racha de viento de más de 80 o 90 kilómetros, nos consultan si tenemos el dato que valga la pena para justificar el certificado y acudir al seguro. A su vez también somos fuente de datos de observación en cada uno de los observatorios que hay en Castilla-La Mancha.

¿Cuántos observatorios hay y dónde interesaría tener más?

La Aemet tiene 6 observatorios, uno por provincia y otro en una zona muy especial, en Molina de Aragón, el Triángulo del Frío, que abarca también Aragón.  Está muy elevado, estamos hablando de 900 metros, y solemos tener temperaturas muy frías, a veces las más frías de España. Es un polo de frío español.  Ahí tenemos un observatorio y un pequeño museo. En el suroeste de Albacete tenemos la suiza albaceteña, con las sierras de Alcaraz y Segura. Tenemos otro pequeño polo de frío y allí tenemos colaboradores como el alcalde de Nerpio.  

En Castilla-La Mancha tenemos hasta 270 colaboradores, que son los que nos ayudan a completar la serie de datos automatizados que entregamos en red. Castilla-La Mancha tiene actualmente 62 puntos. Uno de los últimos es el del Observatorio astronómico AstroHita, al lado de La Puebla de Almoradiel. Estamos cada año ampliando puntos de observación y queremos poner más puntos en el Triángulo del Frío, estamos estudiando dónde. 

¿Esta información está ya automatizada y llega desde cualquier estación de la región al mundo?

Cada diez minutos se manda, aunque aquí en pantalla lo puedes ver cada minuto. Lo que mandamos es temperatura, humedad relativa, viento, precipitación y radiación. Pero los datos automáticos también hay que verificarlos, porque te tienes que dar cuenta si un día ha petado el pluviómetro porque ha habido más de 40 milímetros. Eso nos pasó en Cuenca en 2018. 

En meteorología tenemos que pasarnos la información muy rápida y hay unos partes que están codificados con números, de observación o predicción, que tiene que entender cualquier piloto, cualquier persona que coja un barco, ya sea ruso, norteamericano u hondureño. Por ejemplo, cavok es cielo despejado.

En el colegio estudiamos que Castilla-La Mancha comparte el clima continental del interior de la Península ¿pero qué nos caracteriza de otras zonas de España?

Desde el punto de vista térmico tenemos un clima continental extremo al igual que Castilla y León por estar en el centro de la península y no tener el baño inmediato del Mediterráneo y el Atlántico. Las variaciones son muy bruscas, no se suavizan con las brisas costeras. En verano llegamos a temperaturas medias de 35 grados fácilmente y máximas de 40 o más. Pero no es tan cálida como Andalucía porque no es tan meridional.

En Castilla-La Mancha no tiene mucho que ver la parte este con la oeste. Nos ha dado un clima árido y cálido en el oeste y un poquito más húmedo en la zona de Albacete, Cuenca y Guadalajara. En Cuenca y Guadalajara influyen las serranías, en Albacete la sierra de Alcaraz y Segura. Eso está muy cerquita de Sierra Nevada y la nieve ahí está chupada. 

En invierno tenemos el fenómeno de las nieblas. Tenemos una tapadera con una inversión térmica y esa entrada de niebla va a haciendo que con los vientos que bajan de las montañas, se acumule la humedad dentro de Castilla-La Mancha. A veces en Almagro hemos tenido más de 17 días de niebla en diciembre, como en 2018. 

Una cosa muy típica de Castilla-La Mancha es el viento. Al no tener mar cercano, a veces las borrascas atlánticas se han secado antes en Extremadura o Portugal, pero lo que sí nos va a llegar es el viento. Por eso nuestros antepasados pusieron los molinos de viento. Tenemos reventones térmicos o microfrentes de rachas. Cuando crece el cumunolimbo, se va a expandiendo su yunque y llega a desplomarse. Cuando pillas eso te cae gran lluvia, pero a lo mejor en Castilla-La Mancha no hay lluvia porque está muy seco, pero hay una racha muy fuerte que te hace envolverte en una tolvanera. 

Las montañas son importantes para la meteorología ¿cuáles son las que más nos afectan a Castilla-La Mancha?

El Sistema Central es fundamental porque nos para todo lo que viene del norte. La protección por el norte y por el noreste con el Sistema Ibérico, está bastante garantizada. En cambio no nos para las borrascas que vienen del Atlántico y todos los temporales que vienen del este del Mediterráneo. Entre Hellín y Almansa hay una zona como más plana, un pasillo, que permite dar entrada a la humedad que va a llegar al valle del Guadiana, Tajo, incluso Madrid. Cuando oímos que en Valencia va a llover muchísimo, nosotros tenemos que pensar que en Albacete también.

Cuando se habla de desertificación por el sureste de España, se incluye en la zona de riesgo a Albacete. ¿Esa es la tendencia?

Albacete no se puede meter. Yo lo identificaría con el norte de Murcia, que tiene un clima muy parecido, y que es diferente al de la huerta. La parte de la Mancha y el norte de Albacete tampoco tiene ya nada que ver con eso. Y Cuenca tiene una parte que se llama Cuenca valenciana, que es exactamente igual que Utiel o Requena. Hay coincidencias con regiones muy llamativas. 

¿Qué escenarios nos deja el Cambio Climático en Castilla-La Mancha? ¿Qué podemos esperar?

Cuando conocemos perfectamente un clima y empezamos a comparar series de temperatura y precipitación, podemos concluir si hay desviaciones. En Castilla-La Mancha hemos  hecho estudios desde 2018 hasta aquí. Cuando empecé a trabajar  en 2016, no tenía estudios muy claros y organicé para que estudiáramos cada año qué estaba pasando. Lo que podemos decir es que hay una tendencia clara al calentamiento. Cada año ha aumentado 0,4 o 0,5 grados.

Que es una barbaridad 

Es una barbaridad. Es verdad que ha habido algún año frío, pero no estos últimos. Además, lo que está pasando últimamente es que el verano se está anticipando y cuando hay olas de calor, hay más días de temperaturas tropicales por la noche y de máximas de 40 grados, como nos pasó este agosto, que se extendió toda la semana. 

En precipitación no podemos sacar conclusiones porque es mucho más caótico. Lo que parece que se está cumpliendo es que los fenómenos que se produzcan van a ser más severos y más frecuentes. 

¿Cómo se pueden vigilar las emisiones de CO2?

En el aire hay un 1% de gases raros, que son los que ahora están captando la atención, especialmente el CO2, porque tiene el mayor forzamiento dinámico, es lo que más calor produce. Castilla-La Mancha ha colaborado con Tenerife, donde tenemos un sistema muy sofisticado de medida en el Teide, como una absorción de rayos láser, que a medida que va absorbiendo el aire, lo va metiendo desde tubos del tejado al laboratorio y se va a unas botellas hasta que puedes separar el CO2. Este proyecto lo llevamos a la Agencia Ambiental Europea y lo que ha decidido la Agencia es incentivar a todos los ayuntamientos a poner más medidas de gas efecto invernadero a pie de calle, no tan complicadas como las de Tenerife, para poner umbrales. 

Nadie recordaba un temporal de nieve como el de Filomena. Hay que esperar que siga siendo algo extraordinario, ¿o se podría repetir con menos periodicidad?

Con Filomena hemos tenido algo muy excepcional. Se sale de lo normal y suele ocurrir una vez cada siglo. Pero desde el punto de vista meteorológico cada día puede pasar lo que quiera. Cuando analizo treinta años de precipitación, sé el comportamiento. Pero eso estadística pura y la estadística no va a misa. Con Filomena nos está dando la idea de que quizá cada siglo se repita, pero no pasa nada si el año que viene se repite, porque podría pasar.

Cuando llegan días de fenómenos adversos como la pasada semana ¿cómo os preparáis?

Ese día esta chupado, porque estamos entrenados, esto es como la Guardia Civil, tenemos unas rutinas  y no vamos a fallar, porque lo estamos haciendo cada día. Tenemos un plan, Meteoalerta, homologado con el de Europa, de cuatro colores. Damos un amarillo cuando es cierto riesgo, si es naranja es riesgo importante  y si es rojo, quédate en tu casa y no te muevas. Antes de las autoridades, de la Guardia Civil, o de Protección Civil, ¿qué hay? Nosotros. Con 72 horas ponemos los colores. Puede haber dos tipos de avisos, los previstos con 72 horas o los observados, si vemos que es mayor de lo que se ha previsto. 

En Filomena estuvo rojo Toledo, Cuenca y Albacete. Si ve las imágenes del satélite de la nevada, coincide con esa capa de nieve. Fue cuando más avisos rojos hemos difundido. Aquí con la nevada de tres días se echó sal para el primero y ya no quedaba para el segundo y tercero. Pero en la última DANA estaba todo previsto. Claro que han pasado cosas, pero la gente ha podido ser rescatada rápidamente y no ha habido que lamentar desgracias personales. Estos servicios son de gran ayuda. 

Lo que hemos visto toda la vida que ocurría en Levante en estas fechas con la gota fría, parece que ya también se ha convertido en habitual en Castilla-La Mancha... ¿por qué?

Todo empezó en el año 82 con la presa de Tous y ahí los periodistas se inventaron el término gota fría. En realidad gota fría es una depresión aislada en niveles medios y altos de la atmósfera. Ya detectas que hace más frío de lo habitual y que si barre la península te va a llenar de agua. Al principio pensábamos que era el Mediterráneo, pero se descubrió con satélites y radares que era toda la Península. 

Entonces estábamos confundidos

Pero estábamos confundidos hasta los propios meteorólogos. Lo achacábamos al Levante porque el Mediterráneo se calienta, pero ese chorro subtropical, cuando viene del sur, no se detiene en Levante y sigue avanzando por toda la península. 

Los huracanes y tornados que vemos ¿podrían llegar aquí?

Eso tan puro y tan intenso solo pasa en el Golfo de México, que es como un hornillo, que aporta humedad y  convección. En los grandes brazos se forman tornadillos por debajo. Algunas excepciones hay de que entre en Estados Unidos y vuelva al salir al Atlántico. Si el anticiclón de las Azores no se baja, lo manda a Inglaterra, pero si baja de latitud nos riega a nosotros. En el 2005 ya tuvimos un caso de huracán que atacó Canarias, no tan potente. Puede volver a pasar. El año pasado llegó uno a Portugal, no demasiado intenso.