El CD Torrijos no podrá contar con Borja Escoredo para el encuentro del próximo domingo, correspondiente a la segunda jornada de Liga en el Grupo XVIII de Tercera RFEF, frente al Villarrubia CF en el Municipal San Francisco. El delantero de El Carpio de Tajo se une así a Pedropa, que debe cumplir el segundo de los dos partidos de sanción que arrastra de la temporada pasada.

El atacante se lesionó justo al remachar la jugada que valió por el 1-1 en el Campo Municipal de Deportes de Illescas. Sufre una fisura en los dedos del pie derecho y, en principio, tiene para dos semanas de baja, así que ya se verá si estará disponible para la siguiente jornada, la tercera, para medirse al CD Guadalajara en el Pedro Escartín.

El resto de futbolistas, salvo contratiempos, están aptos y a disposición de Esteban Becker, que considera «un equipazo» al Villarrubia CF. Lo ve como un rival muy parecido en estilo, ahora que el CD Torrijos está mutando a posesión y toque de balón, aunque «con la ventaja de que lo llevan trabajando más semanas; nosotros solo dos días».

Además, asegura de los blanquiazules que son un equipo «muy desequilibrante», y espera un dominio alterno en el partido. El reto de los rojiblancos va a ser «quitarles la pelota lo más que podamos». Por lo demás, el técnico argentino reconoce que ha costado que los jugadores se convencieran del nuevo modelo, pero «ya lo van asimilando y están encantados y creen en ello», sentencia.

Como hubo relevo en el banquillo del equipo rojiblanco, todavía no hay una decisión en firme sobre los jugadores que se llevaban semanas a prueba. Becker reconoce que necesita tiempo, así que se va a esperar con ellos, como son los casos del delantero Sunny, el extremo Muritala, proveniente del Peralada, o el argentino Pablo Fontanello. Como buena noticia, hay que señalar que el nuevo entrenador parece que cuenta con la cantera, y en la pasada jornada debutó el juvenil Pepe.