La caída de los contagios en la provincia de Toledo registrada en la jornada del pasado miércoles ha resultado un espejismo. Solo han tenido que cumplirse 24 horas para que las cifras de nuevos infectados en la provincia vuelvan a los niveles de esta sexta ola, marcada por la irrupción de la variante ómicron y su alta capacidad de infección.

Así, frente a los extraños 712 contagios del miércoles, en la última jornada la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Castilla-La Mancha ha notificado un total de 1.679 nuevos contagios en la provincia de Toledo, un registro que está más acorde con los marcados desde las pasadas navidades.

Con todo, la última cifra es sensiblemente más baja que la del jueves de la semana anterior, cuando se contabilizaron 1.935 casos, por lo que en realidad sí que se está dejando notar una leve bajada de los contagios en la provincia.

Lo que no termina de bajar es la mortalidad. Todo lo contrario. Este comienzo de enero, la pandemia ya ha superado con creces la letalidad de meses completos antes de la llegada de ómicron. La cuestión obedece a la pura estadística, puesto que a más contagios más probabilidades de que fallezca alguna persona. Con todo, las vacunas están funcionando, y aunque suben los óbitos a consecuencia del virus es cierto que la tasa de mortalidad está por debajo de los niveles de anteriores oleadas de la pandemia.

Así, en las últimas 24 horas se han registrado 11 fallecimientos por Covid-19 en Castilla-La Mancha, concretamente 6 en la provincia de Toledo, 3 en Ciudad Real y 2 en Cuenca. El número acumulado de fallecidos desde el inicio de la pandemia es de 6.561 en toda la región. Por provincias, Toledo registra 2.524 fallecidos, Ciudad Real 1.819, Albacete 948, Guadalajara 681 y Cuenca 589.

En Toledo hay ahora mismo 11 pacientes en UCI y 191 hospitalizados por Covid, 140 de ellos en la capital regional.