La propuesta fiscal de la oposición no gusta al Gobierno

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Dicen que el PP crispa y que Cs e IU-Podemos son disparatados

La propuesta fiscal de la oposición no gusta al Gobierno - Foto: Yolanda Redondo

El equipo de Gobierno del Ayuntamiento va a mirar «con muy buenos ojos» las propuestas de la oposición a las ordenanzas fiscales 2021 que consideren positivas y tengan «encaje» dentro de su proyecto de modificación de impuestos, tasas y precios públicos. Sin embargo el punto de partida no es halagüeño cuando la portavoz, Noelia de la Cruz, opina que las enmiendas del PP solo buscan el «bloqueo y la crispación» y las de Ciudadanos e IU-Podemos son, al menos en parte, «disparatadas».

De la Cruz afirma que las declaraciones de la oposición sobre la materia forman un «totum revolutum» que demuestra «poco rigor» cuando se trata de garantizar unos ingresos suficientes con el fin de que el Ayuntamiento de Toledo cumpla sus principales objetivos, entre los que la concejal del PSOE destaca mantener la capacidad económica suficiente para ayudar a quienes más lo necesitan, en especial en este momento de crisis sanitaria y social.

En su opinión, más que fijarse en si se ha eliminado el obstáculo de la regla de gasto y por lo tanto se pueden rebajar los impuestos sin sufrir consecuencias de largo plazo, hay que tener una visión «global» sobre los recursos que hacen falta para ofrecer ayuda no solo a la hostelería, como parecen enfocar desde la oposición.

En este sentido destaca que el proyecto socialista contiene como gran novedad la retirada de la tasa de apertura para nuevos negocios, y considera que ese es el camino correcto.

Por contra, observa que el PP pasa por alto la situación excepcional que está creando la pandemia y repite las mismas enmiendas que en anteriores ejercicios, como si no pasara nada.

Además le han sorprendido, para mal, las «disparatadas» ocurrencias de IU y Cs, entre las que subraya una presunta doble recaudación de los edificios de los hospitales (el viejo y el futuro nuevo) que Ciudadanos repite que se va a producir pero De la Cruz no sabe de dónde sale. «Es el cuento de la lechera», advierte.