La Mancomunidad de Servicios ‘Cabeza del Torcón’, que agrupa a 10 municipios de la comarca de Los Montes de Toledo, ha difundido un comunicado en el que llama a «un consumo responsable del agua» debido a la época estival para evitar derroches que perjudiquen «el normal abastecimiento de agua».

«Para ello, es necesario conseguir la complicidad y la participación de todos y todas en utilizar el agua potable de manera responsable», señala el mensaje publicado el martes, por ejemplo, por el Ayuntamiento de Pulgar en las redes sociales municipales.

La presidenta y alcaldesa de Menasalbas, Marina García, aconseja medidas como la limitación en el llenado de las piscinas, el mantenimiento de las mismas mediante la depuración, la utilización de sistemas de riego sostenibles o no dejar las mangueras abiertas. «No dejarse los grifos abiertos inútilmente, cerrarlo tras su uso, reparen las instalaciones defectuosas», destaca el comunicado de la Mancomunidad de Servicios ‘Cabeza del Torcón’.

La Mancomunidad de Servicios ‘Cabeza del Torcón’ está integrada por 10 municipios con un total de 15.000 empadronados: Casasbuenas, Cuerva, Gálvez, Las Ventas con Peña Aguilera, Menasalbas, Noez, Pulgar, San Pablo de los Montes, San Martín de Montalbán y Totanés.

Por su parte, el Ayuntamiento de Cuerva ha preferido redactar un bando municipal, pero con un contenido idéntico. Además, recuerda a los 1.300 habitantes que la cuba de agua pública queda a disposición de los vecinos que lo soliciten por escrito en el Ayuntamiento, en horario de 9 a 14 horas.

La preocupación por el consumo de agua tiene una razón reciente y grave. El colectivo se vio obligado el 2 de noviembre de 2017 a limitar temporalmente a el consumo de agua a 200 litros por día y habitante, lo que dio alcance nacional en los medios de comunicación a esta medida excepcional. De hecho, algunos municipios decidieron declarar el servicio como no potable para poder abastecerse también de pozos y poder dar cobertura a todos los habitantes, incluidas las empresas. Esta decisión de la mancomunidad confirmaba una deriva iniciada en el verano de ese año cuando se prohibió el acceso al servicio público a las explotaciones agrícolas por la escasez de reservas de agua.