El arzobispo de Toledo, en la despedida de los Carmelitas

La Tribuna
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El templo parroquial registró un lleno para despedir a la congregación con más de 300 años de historia en la ciudad.

El arzobispo de Toledo, en la despedida de los Carmelitas

La congregación de los Padres Carmelitas Descalzos celebraron su última Eucaristía en la ciudad durante la festividad de la Virgen del Carmen. Los Carmelitas dejan Talavera tras más de 300 años de historia en la ciudad, en diferentes intervalos en el tiempo, y después de  más de 65 años desde que iniciaron su última etapa.

La orden de los Carmelitas Descalzos fundaron su casa en Talavera en el año 1699 y ya se despiden definitivamente de la ciudad y del barrio del Carmen.

El Arzobispo de Toledo, monseñor Francisco Cerro Chaves, acudió al encuentro del clero de la ciudad y de los feligreses de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen para despedir a los «queridos padres carmelitas, en una iglesia repleta de fieles y vecinos, siempre siguiendo con las medidas sanitarias obligadas por la pandemia».

El arzobispo de Toledo, en la despedida de los CarmelitasEl arzobispo de Toledo, en la despedida de los CarmelitasPresididos, a su vez, por el Padre Provincial de la Provincia Ibérica, fray Antonio Ángel Sánchez Cabezas; concelebraron en la Misa de despedida los padres Carmelitas naturales de Talavera: vino desde Segovia, el padre José María Hernández Jiménez; desde Zaragoza, el padre Antonio González López; y desde Sevilla, el padre Antonio Palencia Congregado. Desde Ávila acudió el anterior párroco, padre Julián Sánchez. Y finalmente, los dos sacerdotes que han atendido la parroquia hasta el 18 de julio de 2021: el párroco, fray Arockia Raja Kulandai Samy; y el vicario parroquial, fray Daniel Pathianathan, que además ejercía como prior de la comunidad religiosa.

El Arzobispo repitió ante los padres carmelitas y los feligreses que esperaba que esta despedida no fuera un adiós definitivo sino más bien «un hasta luego»; y pidió a la Virgen del Carmen que cuando se solucionen la falta de vocaciones, la ciudad vuelva a contar con la presencia de los carmelitas.