Recogida de firmas por una vivienda digna para Miguel

J. Monroy
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Sus amigos, alarmados por las noticias de crecida del río, tuvieron que pagarle una vivienda en el Casco en la que pudo vivir junto a sus dos perros y denuncian la dejadez municipal

Recogida de firmas por una vivienda digna para Miguel

Es el último planteamiento que han puesto sus amigos encima de la mesa para conseguirle una vivienda digna. Miguel, vecino de 53 años de la ciudad de Toledo, que cuenta con  una minusvalía reconocida de por vida de un 83 por ciento, sigue viviendo en la calle, junto al río Tajo, siempre en compañía de sus dos perros, de los que no se quiere desprender. Un grupo de amigos está haciendo lo posible por que pueda tener una vida digna, al tiempo que reivindica a las autoridades una vivienda donde pueda vivir con sus mascotas, a las que no está dispuesto a renunciar. De forma que durante el pasado fin de semana han iniciado una recogida de firmas, precisamente, solicitando a las instituciones responsables «una vivienda digna».

La iniciativa, que ya lleva casi 200 firmas, está promovida por Álex Hebraíl, y reivindica «que de una vez por todas a Miguel se le asigne una Vivienda Digna, como marca nuestra Constitución en el artículo 47.

La reivindicación recuerda que Miguel lleva ya diez meses viviendo en una tienda de campaña a orillas del río Tajo, «junto a sus dos perros de raza pequeña, que son su única familia» (perros que están vacunados y con su chip), esperando a que los Servicios Sociales de la ciudad de Toledo le asignen una vivienda para los tres.

En este tiempo, Miguel ha sobrevivido a la mayor tormenta de nieve y frío alcanzando temperaturas de 15º bajo cero, «mientras los Servicios Sociales de la ciudad de Toledo lo dan plantón, una y otra vez».

Piso pagado. Debido a la crecida del río y para mayor seguridad, tras las palabras de alerta de la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, el grupo de amigos metió a Miguel y sus perros en una habitación, en un piso compartido en la plaza de San Juan de los Reyes, donde permitían mascotas. Allí ha permanecido diez días «y sin ningún tipo de problema de convivencia, ya que Miguel es una persona muy educada, al igual que sus perros están bien enseñados y no son problema para la convivencia». Los amigos también tuvieron que firmar por Miguel y explicar dónde lo habían alojado para que no se lo llevara el Ayuntamiento a la fuerza a la estación de autobuses y los perros a la perrera.

Del coste de la habitación, casi 400 euros, se ha encargado este grupos 14 personas, ciudadanos de la ciudad de Toledo, Málaga, Madrid, Valencia, etc., que a través de un grupo de whatsapp y de la redes sociales «siempre estamos en contacto y nos ocupamos de que ha  Miguel  no le falte ropa de abrigo, alimentos, lavado de ropa y lo básico para sobrevivir, hasta que se le asigne una vivienda».

Mientras esto ocurría, denuncian desde el grupo que los Servicios Sociales «le dieron cita a Miguel para día 13 de enero y lo dejaron plantado en plena borrasca Filomena, sin tan siquiera avisarle de la anulación de su cita, ya que era imposible andar por las calles de Toledo, sus calles estaban congeladas, lo que llevo a Miguel a la frustración y  a la desesperación, ya que le costo varias caídas hasta llegar a  el centro que se encontraba cerrado». Porque «ni tan siquiera recibido una llamada de teléfono por parte de su asistente social, para avisarle de que su cita quedaba anulada debido al temporal». Desde aquel momento, Miguel ha subido tres veces a buscar esta persona, pero nunca lo ha encontrado, y nadie ha cogido el número de su nuevo teléfono para que puedan contactar con él.

Recuerdan sus amigos que Miguel lleva meses esperando un derecho fundamental, como es una vivienda digna, un derecho registrado en el artículo 47 de la Constitución Española. Y que debido a su pequeña paga no contributiva, que no llega ni a los 400 euros, no le permite el acceso a  ese derecho fundamental como es una vivienda digna.