La exposición ‘Entre Hinojosa y Talavera’ reúne una selección de pinturas de Manuel García Rodríguez, en las que recrea paisajes y escenas de su localidad natal de la Sierra de San Vicente y la que es su segunda casa, ciudad donde reside y ha estado trabajando más de 30 años y hasta hace pocas fechas en el Ayuntamiento.
Su jubilación ha sido el origen de esta muestra, con la que pretende hacer «una especie de despedida del Ayuntamiento», invitando a compañeros y amigos al acto de inauguración. Algo que la actual situación sanitaria ha impedido llevar a cabo, si bien no por ello ha dejado de contar con el apoyo y las visitas de quienes le han acompañado todos estos años y siguen haciéndolo en esta nueva etapa.
Los paisajes que representa son lugares conocidos por quienes viven o han visitado ambas ciudades, aunque se unen algunos más desconocidos para el público en general y solo reconocibles para senderistas. «Así la gente lo conoce y a lo mejor le pica el gusanillo de ir a pasear por allí arriba, por la sierra», explica García.
Un paseo visual por Hinojosa y Talavera Electricista formado en la antigua Escuela de Maestría, Manuel García señala que su dominio de la pintura «viene de nacimiento» y ya de niño «me gustaba y se me daba bien». Algo que animó a sus padres a pagarle un curso por correspondencia cuando tenía unos 17 años, que ha sido la única formación en pintura que ha recibido y que para él fue «un tesoro».
Tras un tiempo pintando, dejó de lado esta afición para centrarse en el trabajo y en la familia, pero después retomó esta actividad. Desde entonces, ha organizado varias exposiciones, entre ellas una en el Mercado de San Jerónimo de Talavera, que fue la primera y la que le animó a seguir mostrando al púbico su pintura, de marcado carácter realista.
«Fue el detonante» y ya son cinco las que ha llevado a cabo, incluyendo la que se puede contemplar hasta el próximo día 30 de diciembre en el centro cultural El Salvador de Talavera, de lunes a sábado de 10 a 14 horas y de 17:30 a 21:30 horas, excepto festivos. En ella, además, se pueden adquirir las pinturas que conforman esta muestra.
Un paseo visual por Hinojosa y Talavera recuerdos al óleo. Se trata de una exposición que, de manera especial a los talaveranos, «está gustando mucho hasta el punto de emocionar sobre todo a la gente más mayor, que recuerda los rincones» que protagonizan su obra, tal y como le han trasladado a su autor.
De hecho, buena parte de las pinturas de esta muestra están basadas en fotografías en blanco y negro de hace años, y representan elementos ya desaparecidos o modificados por el paso del tiempo.
Se suman otros óleos que recrean espacios tal y como están en la actualidad, entre los que destacan los dedicados a la cerámica talaverana, como la que adorna la fachada del pórtico de la Basílica del Prado o la fuente de las ranas. Precisamente, con ellos, el autor quiere rendir su propio homenaje a esta artesanía tras su declaración hace un año como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco.