La consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno regional, Blanca Fernández, considera que en el caso de violencia machista de Gálvez se ha demostrado que una orden de alejamiento "no es infalible", por lo que ha abogado por revisar con carácter general el funcionamiento de los protocolos y las órdenes de alejamiento.

Fernández, en su comparecencia para informar de la reunión del Consejo de Gobierno, ha respondido a preguntas de los periodistas sobre el caso de violencia machista de Gálvez, donde un hombre que tenía orden de alejamiento de su expareja mató al actual novio de ésta y a la mujer también la hirió de gravedad.

"La orden de alejamiento es un mecanismo de protección que se ha demostrado que no es infalible", ha dicho la consejera, para quien "está claro que hay que revisar con carácter general el funcionamiento de esos protocolos y las órdenes de alejamiento", para prevenir situaciones de futuro y "más allá de este caso concreto que es muy duro y muy grave".

Considera que hay que hacer una revisión de conjunto y que " tiene mucho que ver con la posibilidad de poner vigilancia por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad" , aunque ha añadido que no iba a "afear nada a nadie".

Pero es verdad, ha continuado, que en este caso había un seguimiento telefónico porque la víctima de Gálvez fue al Centro de la Mujer "a decir que tenía miedo, pero también rechazó el Atenpro (dispositivo de telefonía móvil y telecomunicación que permite que las mujeres víctimas de violencia de género puedan entrar en contacto en cualquier momento con un centro atendido por personal específicamente preparado para dar una respuesta adecuada a su situación).

Y "una orden de alejamiento sin Atenpro a lo mejor es menos eficaz", ha concluido la consejera de Igualdad.