Orden de alejamiento tras amenazar de muerte a un hombre

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La jueza, que entiende que «hubo ánimo de atentar contra la integridad física» del denunciante, basándose también en las declaraciones de los testigos que presenciaron los hechos. El detenido blandió «un hacha o un machete de grandes dimensiones»

Orden de alejamiento tras unas amenazas en el polígono

La Justicia ha actuado rápido y en solo 48 horas el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Toledo ha decretado de forma cautelar, durante la tramitación de la causa, una orden de alejamiento de 500 metros y prohibición de comunicarse por cualquier medio para un individuo, que valiéndose de «un hacha o machete de grandes dimensiones» está acusado de un presunto delito de amenazas con medio peligroso, recogido en el artículo 169 del Código Penal. El detenido quedó en libertad provisional sin fianza, con la obligación de comparecer todos los días 1 y 15 ante el mencionado Juzgado. De incumplir el alejamiento, se expone a ingresar en  prisión provisional.

Los hechos ocurrieron el pasado lunes por la mañana en la calle Guadarrama del polígono industrial. El auto entiende que hay «indicios de la comisión del presunto delito» tras conocer que el acusado «haciendo uso de lo que al parecer, se trataría de un hacha o machete de grandes dimensiones, se bajó del vehículo que  conducía, dejándolo estacionado en doble fila, y se  dirigió hacia la entrada del establecimiento Comercial Galán, en donde se encontraba el denunciante con el que al parecer ha tenido  problemas tras unas «publicaciones en Facebbok» . Este último  al detectar la presencia del acusado apresuradamente se introdujo en su vehículo, golpeando el  detenido con gran violencia la ventanilla delantera del coche, mientras gritaba ‘te voy a matar’». Después, continúa el relato de la denucia, habría lanzado otro golpe que llegó a fracturar el cristal. «Si no me aparto me habría alcalzado con el hacha», explica el relato del denunciante, que explica que su huida apresurada dando marcha atrás a su vehículo «ha golpeado con mucha violencia a otro coche, que estaba perfectamente estacionado».

La jueza, que entiende que «hubo ánimo de atentar contra la integridad física» del denunciante, observa «indicios de criminalidad», basándose también en las declaraciones de los testigos que presenciaron los hechos «quienes han ofrecido, de forma descriptiva, coherente y creíble un completo relato fáctico que coincide plenamente con la denuncia presentada» y que «desvirtúa en su integridad el relato expuesto por el investigado», que, al parecer, ya fue denunciado en abril de 2020 por el ahora atacado al que asegura «llegó a sacarle una pistola».

De la declaración de ambos testigos, advierte el juez, se deduce «la extraordinaria agresividad con la que el acusado actuó golpeando la ventanilla y la clara la intención de este de alcanzar con ellos al conductor».

En consecuencia, «los hechos descritos, el riesgo producido por el particular medio utilizado y los enfrentamientos previos que reconocen ambas partes son circunstancias que justifican la concurrencia de una efectiva situación objetiva de riesgo para (la víctima), siendo evidente el peligro de que si no se adoptan mediadas cautelares que se dirán puedan reproducirse hechos como los investigados y con unas eventuales consecuencias más lesivas físicamente para el denunciante», concluye la jueza en el auto en el que acuerda la medida de alejamiento.