La provincia de Toledo ha registrado siete nuevos fallecimientos a consecuencia del coronavirus en las últimas 24 horas. Se trata de la misma cifra de muertes que el pasado jueves, y son cuatro víctimas menos que las once del fin de semana, pero lo verdaderamente preocupante es que ese nivel de mortalidad supera en un 58% el registro de hace una semana, en un 71% el de hace 15 días y en más de un 85% el de hace 21 días. La progresión, por tanto, parece bastante clara y evidencia que la pandemia está cogiendo de nuevo fuerza en Toledo; al menos en cuanto a defunciones se refiere.
La provincia vuelve a ser un día más la más azotada de la región por el virus, ya que de los diez nuevos fallecimientos registrados en las últimas 24 en Castilla-La Mancha, siete son de Toledo frente a dos de Cuenca y uno de Ciudad Real.
El número acumulado de fallecidos desde el inicio de la pandemia es 5.976 en toda la región. Por provincias, Toledo ocupa un lugar destacado con 2.217 fallecidos, seguido muy de lejos por Ciudad Real 1.712, Albacete 885, Guadalajara 622 y Cuenca 540. El incremento de la mortalidad en la provincia se está viendo acompañado además de un incremento en el número de pacientes en estado crítico. En las últimas 24 horas han ingresado tres nuevos contagiados en las unidades de cuidados intensivos de la provincia, hasta llegar a 37 personas que actualmente necesitan de un respirador. Se trata de un incremento del 13% respecto a los pacientes UCI de hace una semana y de un 27% respecto a hace 15 días.
Toledo presenta una preocupante tendencia al alza en los dos peores rostros de la pandemia, como son la mortalidad y los pacientes críticos, pero por contra sigue mostrando un descenso en cuanto a número de personas hospitalizadas en cama convencional y nuevos casos detectados. Así, en los hospitales de la provincia hay ahora mismo 216 personas con un cuadro agudo por Covid. De ellas, 167 están en el Virgen de la Salud de la capital.
Por contra, en las últimas 24 horas se han confirmado 64 nuevos contagios en Toledo, la cifra más baja desde hace un mes y un dato que choca con el resto de indicadores de la pandemia en la provincia.