Las heridas de la selección francesa tardarán en cicatrizar

Agencias-SPC
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El mal ambiente que hubo en la concentración de los 'bleus' era tan grande que, días después de la eliminación, todavía se siguen conociendo más 'trapos sucios'

Las heridas de la selección francesa tardarán en cicatrizar - Foto: Robert Ghement / POOL

La precoz eliminación de Francia en la Eurocopa 2020 ha puesto al descubierto tensiones internas que, cual culebrón, se van descubriendo día a día.

El canal RMC fue el primero en informar una discusión entre la madre de Rabiot y las familias de Pogba y Mbappé, en las gradas del estadio de Burcarest, donde la campeona del mundo cedió en los octavos de final ante Suiza en la tanda de penaltis.

Aunque algunos pensaban lo contrario, la convocatoria de Benzema no fue el detonante del mal ambiente, y sí lo fue, por ejemplo, el roce entre Mbappé y Giroud en el amistoso ante Bulgaria antes de la Eurocopa. Yes que el delantero del Chelsea acusó veladamente al ariete del PSG de no pasarle el balón. Mbappé respondió unos días después en una conferencia de prensa y le reprochó haberlo hecho público.

Este incidente dividió de alguna manera a los jugadores, que se posicionaron de un lado o de otro.

También afectaron al grupo las lesiones durante el torneo, especialmente la de Dembélé, quien abandonó la concentración después del segundo partido ante Hungría (1-1). Su ausencia dejó al grupo sin una de las figuras que más unen dentro del vestuario por su carácter jovial. 

Otro ‘incendio’ se produjo precisamente con la preparación. Digne y Hernández registraron problemas físicos y dejaron el lateral izquierdo sin un especialista. Muchos se quejaron de que hubiera sesiones intensas bajo un calor extremo. 

Tampoco gustaron las restricciones a las visitas de los familiares de los jugadores.