Por tercera vez en lo que va de mes, de forma torrencial, el agua hizo acto de presencia para volver a dejar bastantes incidencias en la ciudad de Toledo. Sobre las 19:45 horas de ayer, una fuerte tormenta se dejaba notar en la capital de Castilla-La Mancha, descargando agua y una importante cantidad de granizo, principalmente esto último en la zona del Casco Histórico, que según datos de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) dejó en 10 minutos 14,4 litros de agua por metro cuadrado.

La lluvia dejó grandes balsas de agua en Palomarejos, a la entrada de la puerta del servicio de Urgencias del Virgen de la Salud, y en el barrio de Santa Bárbara. De nuevo el paseo de la Rosa quedó cubierto de agua, y muchos vecinos no dudan ya en culpar a las obras del bulevar, que al parecer podrían ejercer como dique y favorecer el embalsamiento en lugar de permitir su normal cauce hasta las vegas del río. Hay varios garajes de nuevo afectados, así como algunos comercios.

Los bomberos del parque municipal desplegaron sus tres dotaciones en distintos incidentes de la ciudad. La carretera TO-23, en la que durante la DANA quedaron atrapados más de cuarenta vehículos por el lodo y el agua, y fue necesario el rescate de hasta diez personas (entre ellas un niño pequeño), acumuló también una buena capa de agua, aunque sin llegar a afectar a la circulación.

Balsas de agua en Santa Bárbara, Azucaica y PalomarejosTambién se produjeron balsas de agua en Azucaica y en la zona de la Puerta de Bisagra.

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