No todo es bueno ni malo, lo importante es equilibrar la balanza y Toledo parece que necesita calibrarla y poner en marcha un nuevo modelo de gestión turística en los próximos años. Así, al menos, se desprende del estudio de la consultora Braintrust basado en las estrategias generales del sector a nivel nacional, la búsqueda de un turismo más sostenible y el análisis de los puntos fuertes y débiles de Toledo para ganar en competitividad, en desarrollo y en un buen futuro para el sector.
El documento destaca una serie de carencias de la ciudad en este ámbito que ya son viejas conocidas, pero no por ello hay que pasarlas por alto porque podrían ayudar a planificar ese nuevo plan de dinamización turística. La ciudad siempre ha presumido de una gran afluencia de turistas todos los años, pero su cercanía con Madrid la convierte en «un destino satélite» para estancias diurnas y pernoctaciones cortas «y de poco gasto» a pesar de disfrutar de oferta consolidada que invita a pasar más noches.
De un modo más gráfico, Braintrust toma como referencia los colores de un semáforo para evaluar los datos turísticos de 2019, ya que no se pueden extraer los de 2020 por la pandemia, y únicamente considera que la ciudad está en buen nivel en relación a las pernoctaciones los fines de semana, ya que en los 61 establecimientos hoteleros se registró una ocupación del 73,6%, muy superior a la de los días de diario, que bajó hasta 56,81%. Aun así, lo cierto es que la consultora suspende a Toledo por su oferta hotelera, puesto que considera insuficiente para el sector las 4.312 plazas disponibles que había en 2019, un 1,8% menos que en 2018. De esta manera, el toque de atención es notable para evitar que el mercado pierda capacidad de alojamiento en la ciudad.
Turismo antiguo. El estudio subraya que aunque cuenta una con enorme riqueza patrimonial sigue basada «en un modelo turístico con síntomas de agotamiento, «basado en la touroperación y en un perfil de turista de poco valor». Añade que como destino cuenta con una oferta amplia «pero monotemática, desagregada, condensada, congestionada, con foco en producto y no en las experiencias».
Por otra parte, el documento subraya que «el tejido turístico empresarial está dañado por la crisis, es poco innovador y está escasamente digitalizado», y concluye la existencia de «pocos recursos en el ente gestor del turismo, un sector clave para la economía de la ciudad».
Puntos fuertes. En el otro lado de la balanza cuenta el hecho de que Toledo «sea un destino urbano de gran reputación», incluido en el Grupo de Ciudades Patrimonio, disfrute de un «patrimonio material e inmaterial de incalculable valor, «único en el mundo», y disponga de «infraestructuras y recursos turísticos de gran calidad». A la lista hay que sumar los nuevos recursos, como ‘Puy du Fou’, el Palacio de Congreso y nuevos museos, ofertas que pueden atraer a mayor turismo.