El turismo siempre va sobre ruedas en Toledo, como se suele decir, incluso el sector ya no distingue entre temporada alta y baja porque la ciudad se ha convertido en los últimos años en un reclamo constante y en un punto turístico muy relevante. Razones no faltan por su condición de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, su oferta museística, las iniciativas culturales, a las que ahora también hay que sumar el atractivo del parque temático ‘Puy du Fou’, buenos ingredientes, pero lo cierto es que la pandemia de coronavirus ha provocado un parón en la actividad turística en los últimos catorce meses que ha llevado a la ciudad a un largo y preocupante letargo del que intenta desperezarse con la ayuda del fin del estado de alarma.
En este caso, el Ayuntamiento de Toledo puede jugar un papel protagonista en la reactivación de un sector muy castigado que ha intentado sobrevivir con el turismo de proximidad estos meses, pero a pesar de los esfuerzos precisa de un cuidado plan de dinamización, pese a la incertidumbre que se mantiene con la pandemia, que ayude a mantener en un buen nivel competitivo a Toledo respecto al resto de Ciudades Patrimonio, cuente con oferta suficiente y avance hacia las actividades de ocio, las demandas actuales de la mayoría de visitantes.
Dada la situación, el equipo de Gobierno municipal ha encargado un informe técnico a la empresa Braintrust, una consultoría especializada en el ámbito turístico, con el objetivo de definir las fortalezas, las carencias y las propuestas para que Toledo cambie su modelo, que ya se considera obsoleto, por un turismo moderno, sostenible, inteligente y que no se olvide de conseguir el equilibrio necesario entre la actividad económica y la residencial.
Al margen del cambio de estrategia que pueda adoptar Toledo en los próximos meses para su reactivación turística, Braintrust urge a poner en marcha planes y distintas iniciativas que podrán ir ligada a fondos europeos que ayuden a sufragar costes, puesto que está previsto, según anunció el Gobierno central ha ce unos meses, una inyección de 72.000 millones de euros procedentes de fondos europeos, aunque aún no se conoce la cuantía que irá a parar directamente al sector turístico. Lo que sí se sabe es que el Gobierno tiene buenas expectativas gracias a su Plan de Modernización y Competitividad Turística, con una inversión pública de 3.400 millones de euros en tres años, y un impacto en el turismo de unos 44 millones de euros.
Las cifras en Toledo son más modestas, pero también llamativas. La consultora considera que se debe actuar en varias direcciones para obtener resultados y destaca la necesidad de avanzar hacia un turismo más sostenible, tanto desde el punto de vista medioambiental como socioeconómico y territorial;plantear una buena conservación, revitalización del patrimonio, garantizar la accesibilidad, apostar por las nuevas tecnologías y buscar nuevas fórmulas para que la ciudad participe en una actividad turística que sea respetuosa e integre la convivencia y la actividad residencial. Todo ello podría alcanzarse con una inversión que rondaría los cuatro millones de euros, un presupuesto sustancial si se compara con la asignación del Patronato Municipal de Turismo de este año, que no alcanza los 800.000 euros, aunque cabe la posibilidad de que se incremente con fondos europeos.
Braintrust destaca como propuesta más cara el apartado destinado a la «naturalización de la ciudad», que incluye la mejora de accesibilidad, la movilidad verde y el impulso a la conservación y revitalización patrimonial, que exigiría poco más de un millón de euros de inversión. Si bien, el planteamiento ligado a la innovación, la formalización y la digitalización de la actividad turística, supondría también un coste de 825.000 euros.
Algo más económico sería la puesta en valor de la promoción y personalización de productos para aumentar la oferta, que incluiría la venta de productos locales, cuyo presupuesto se fija en 637.000 euros.
otros retos. Esta consultora especializada en el sector turístico considera necesario que la ciudad de Toledo busque una mejora de la competitividad en el mercado y para ello se recomienda ampliar la oferta turística «avanzando hacia un modelo de ciudad policéntrica que redistribuya y complemente la experiencia turística con nuevos productos», con lo que, al menos, habría que invertir 400.000 euros. Si bien, el éxito de la iniciativa no recae en exclusiva en el Ayuntamiento, puesto que un plan de estas características debe contar con el resto de administraciones, instituciones, entidades, el sector privado y la ciudadanía, sobre todo, para obtener una buena integración.