La gripe que viene

EFE
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Los expertos se mantienen alerta ante cómo se comportará el virus más habitual de los inviernos después de una escasa incidencia el año pasado y en convivencia ahora con el patógeno que causa la COVID-19

El año pasado no hubo gripe. El coronavirus campó a sus anchas y el patógeno más habitual de cada invierno en España se quedó reducido a apenas una decena de casos. Pero este año en el que las restricciones ya han caído a mínimos, los expertos se mantienen a la expectativa.

Las comunidades autónomas ultiman las campañas de la vacuna de la gripe, que comienzan a finales de este mes y, en esta ocasión y por vez primera, con la dificultad añadida de avanzar en paralelo al tercer pinchazo contra la COVID-19.

Desde los círculos sanitarios reclaman a la población disposición a vacunarse en un año que no se prevé de los peores, pero en el que sí se da por hecho que habrá más casos y muertes que el pasado por gripe. Así que este año, en la línea de lo que ha pasado en el hemisferio sur, se espera un pico de incidencia, siempre sin llegar a los datos anteriores a la pandemia.

El Centro Nacional de Epidemiología muestra que en la temporada 2019-20, la gripe común afectó en España a un total de 652.400 personas, de las cuales 1.800 pasaron por la UCI y 3.900 murieron a causa de la enfermedad. El año anterior (2018-2019) esta enfermedad causó unas 6.300 muertes.

La mascarilla ayudará a frenar los contagios también este año. Juan Antonio Sanz, de la Asociación Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria, no espera en ningún caso que la gripe alcance los niveles de temporadas anteriores.

Aunque el uso de la mascarilla ha descendido al aire libre, es obligatoria aún en tiendas, colegios, y en otros espacios interiores. Y se ha comprobado su gran efectividad.

No obstante, tal y como apunta José María Molero, vocal de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria, este invierno habrá una movilidad social prácticamente normal y menos gente protegida de manera natural porque la gripe no circuló el año pasado.

«Eso va a significar que es más probable que haya una transmisibilidad del virus mayor», sostiene.

El cuerpo recuerda la infección, y eso es lo que explica que la población más proclive a infectarse sean los niños y los adolescentes en lugar de los adultos, que a lo largo de su vida ya han pasado la gripe más veces.

Una opinión que no comparte, sin embargo, Jorge Carrillo, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), quien no cree que la caída de las infecciones durante un año afecte mucho al siguiente. Para él lo que marcará la diferencia será la cepa de virus que circule (A o B).

«No pienso que vayamos a tener una campaña más severa por el hecho de que el año pasado no lo fue», opina Carrillo.

Juan Antonio Sanz apunta a que las previsiones de Estados Unidos son que haya una gran transmisión. «Yo tengo mis dudas, pero la gripe siempre nos puede sorprender», explica.

 

Doble vacunación

La Comisión de Salud Pública aprobó la semana pasada un pinchazo adicional de la vacuna frente a la COVID-19 en mayores de 70 años para empezar a inyectarla a finales de octubre.

La campaña de la gripe comienza a finales de octubre o principios de noviembre, una simultaneidad que supondrá un sobreesfuerzo para los servicios de salud.

«Quizás haya dificultades para dar abasto… Habría que seguir usando los vacunódromos», aconseja José María Molero, quien lamenta que vuelva a haber mucho trabajo en la Atención Primaria porque crecen las infecciones respiratorias y hay que descartar que sea la COVID-19.

Algunas autonomías ya han anunciado que pincharán las dos vacunas a la vez a los mayores de 69 años.

Aunque los expertos recomiendan normalmente dejar una semana de descanso entre pinchazo y pinchazo, creen que en esta ocasión juntarlas es «desde el punto de vista estratégico una buena oportunidad para ganar personal vacunado», explica Juan Antonio Sanz.

¿Y si la gripe se anticipa? Normalmente, la transmisión de la gripe se envalentona a finales de diciembre o principios de enero.

Sin embargo, este año el virus puede que circule antes. Y si eso ocurre y los picos se adelantan al mes de noviembre quizás las vacunas que se empezarán a administrar a finales de octubre lleguen un poco tarde.

De entre todos los mensajes, los expertos inciden en uno: el año pasado hubo una buena aceptación de la vacuna de la gripe que esperan que se repita en esta ocasión en los grupos de riesgo: ancianos, personal sanitario, o personas inmunodeprimidas, entre otros.

«Espero que este año la gente se vacune de forma generalizada… La vacunación contra la gripe es eficaz, previene de enfermedades graves», zanja Jorge Carrillo.