Una de las reivindicaciones históricas de la Asociación de Vecinos La Candelaria es la dotación de más marquesinas de autobuses en Azucaica. En la actualidad, el barrio solo cuenta con dos, y otras seis paradas carecen de ellas. Durante la campaña electoral, recuerda el portavoz vecinal, Víctor Fernández Jara, la actual alcaldesa, Milagros Tolón, prometió tres marquesinas al barrio. No solo no han llegado, sino que, además, los vecinos de Azucaica están mostrando su indignación al comprobar que, tras la caída de un poste del autobús a la altura de la calle Azucena, este no se ha sustituido por otro nuevo, sino por uno «reciclado» y con mil batallas.

En la reunión de septiembre con el concejal de Participación Ciudadana y Movilidad, Juan José Pérez del Pino, la Asociación de Vecinos ya le recordó la promesa de Tolón de las tres marquesinas. El responsable municipal apuntó que se estudiaría por parte de los técnicos la situación y llamaría a Unauto para que las colocara. Porque las marquesinas se sitúan en las paradas más utilizadas por parte de los usuarios. Habría que hacer un informe, por lo tanto, de las paradas más frecuentadas, pero casi siete meses después, nada saben del mismo los vecinos.

Por otro lado, el propio Ayuntamiento propuso un cambio de recorrido de los autobuses por el interior de Azucaica. La idea era mover la última parada de la calle Azucena para que afectara también a las calles más al fondo del barrio. La Asociación de Vecinos aceptó la propuesta, pero tampoco ha habido novedades, desde entonces, en este sentido.

El colmo. Después de todo esto, apunta Fernández Jara, lo que ha colmado el vaso del malestar vecinal ha sido la situación de la parada de la calle Azucena. No ya solo que no llegue la marquesina, sino que cuando se rompió el poste de señalización, este no se ha sustituido por uno nuevo, sino por otro reutilizado, con la parte de abajo abollada, y restos de pintadas y de pegatinas de las antiguas líneas que allí paraban.

«Esto es inadmisible, parece que en Azucaica solo reciclamos, lo que no quieren en otros barrios nos lo mandan a Azucaica», apunta el presidente vecinal. Pero su voz no es la única que se ha alzado contra esta situación, por redes sociales también se han publicado algunas quejas de lo ocurrido. «¿Tanto cuesta poner un poste nuevo?», pregunta Fernández Jara, que además recuerda que no lo paga el Ayuntamiento, sino Unauto. A su juicio, el Consistorio debe exigir a la concesionaria del Transporte Público que cumpla el convenio.