Tres arroyos no canalizados provocaron ayer las inundaciones y riadas que ha sufrido la ciudad de Toledo. El arroyo de la Rosa, el de la Degollada y el de Valdecubas se comportaron como tres jinetes de la Apocalipsis, ya que su desbordamiento causado por las lluvias torrenciales asociadas a una DANA ha provocado millonarias pérdidas materiales aún por cuantificar, aunque, por fortuna, no hay que lamentar daños personales.

La crecida de su caudal debido  a las fuertes precipitaciones que llegaron a alcanzar los 35,5 litros por metro cuadrado en apenas hora y media puso en jaque a los servicios de emergencia, que se han tenido que aplicar a fondo en la carretera del Valle debido a la furia del arroyo de la Degollada, que el jueves mostraba su particular ‘reventón’ y que obligó ante el riesgo de desprendimientos a cerrar por precaución la carretera del Valle en ambos sentidos desde la ermita hasta el puente nuevo de Alcántara, éste último incluido. El corte se mantuvo todo el día de ayer.

El valle no es una zona urbanizada a diferencia del barrio de Santa Bárbara y el de Azucaica, sin duda, las dos barrios más castigados  por este fenómeno meteorológico extremo. El desbordamiento del arroyo de la Rosa ha provocado serios daños en el paseo que lleva su nombre y no sólo en el bulevar, ya que la mayoría de los comercios de la fachada urbanizada se han inundado. Esta corriente de agua con nombre de flor es la responsable también de los daños en la línea de AVE que une Toledo con la capital de España, que quedó suspendida a partir de las 17,30 horas de la gris tarde del pasado miércoles.

El desbordamiento del arroyo Valdecubas provocó una riada por las calles de Azucaica.Al otro lado del Tajo, el desbordamiento del arroyo de Valdecubas es el responsable de la inundación que sufrieron de nuevo los vecinos de esta zona periférica de la ciudad. ‘acostumbrados’ ya a ver con sus calles se convierten en una cauce y el agua se cuela por sus casas. En Azucaica llueve sobre mojado, así que las ya inaplazables obras de canazalización del arroyo Valdecubas fueron las protagonistas de la conversación telefónica que la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, mantuvo ayer con la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera.

«La ministra me ha manifestado su interés por solucionar el problema de la canalización del arroyo de Azucaica», desveló ayer la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, que aseguró que ese interés se materializará en presupuesto para que la Confederación Hidrográfica del Tajo ejecute obras como las ya realizadas en el arroyo Salchicha o en el arroyo del Aserradero que han aguantado el incremento de caudal sin desbordarse.

«No quiero solo ayuda moral que eso está muy bonito cuando pasan este tipo de cosas. La ciudad, los ayuntamientos necesitan ayudas económicas. Todavía, por ejemplo, estamos esperando las ayudas de Filomena, que no han  llegado. Lo que necesitamos es un compromiso económico y la ministra me ha dicho que sí y yo creo en su palabra».