Desde el pasado lunes, el Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha tiene un nuevo presidente, Javier de Irízar. Este órgano se encarga de revisar desde un punto de vista jurídico las leyes que elabora el Gobierno regional para que pueda corregirlas antes de mandarlas a las Cortes. Pero hay otro trabajo que tiene el Consultivo y que le da mucha tarea.  Son los dictámenes que hace por las reclamaciones de responsabilidad patrimonial que presentan los ciudadanos a alguna administración cuando entienden que una decisión o actuación de su Gobierno o Ayuntamiento les ha producido un perjuicio en su patrimonio. Desde el 1 de enero hasta la semana pasada se realizaron 155 dictámenes.

Entre las que recibieron en 2021 hay algunas reclamaciones por caída. Es lo que le llegó desde Tarazona de la Mancha, por un tropiezo al salir del cementerio contra unas baldosas rotas existentes en la acera, lo que hizo perder el equilibro y caer contra la esquina de un banco. En este caso el dictamen fue desestimatorio. 

Otra caída por la que llegó reclamación fue la que se produjo en un centro de salud, al quedarse el ascensor a la altura de la planta. La caída producida por el desnivel provocó la rotura de tibia y peroné. El dictamen reconoció que había derecho a indemnización. En una reclamación en Malagón, el accidente se produjo al meter un pie en una grieta, lo que provocó un esguince. 

También las hay de inundaciones, como la de un garaje de Torrejón del Rey, en Guadalajara, que apuntaba a la falta de limpieza del alcantarillado que había delante de la casa y que no podía canalizar el agua de la tormenta. En este caso el dictamen sí reconoce el derecho a una indemnización. 

Llegó otra de daños en un coche en Chinchilla de Montearagón por una carpa de Protección Civil que estaba en el recinto ferial y que salió volando por una ráfaga de viento e impactó contra el vehículo. El dictamen fue desestimatorio. En una reclamación de Torrijos, lo que impactó contra el coche por el viento fue un contenedor de basuras.