El pasado viernes, Beatriz cumplió 38 años. Pero ella dice que 33. No es por coquetería. El 11 de diciembre de 1987 volvió a nacer. Seis meses después de que se produjera la mayor masacre de ETA (atentado de Hipercor, con 21 muertos), la banda asesina fijó sus ojos en la casa cuartel de Zaragoza e hizo explotar un coche bomba. Perdieron la vida 11 personas, entre ellas cinco niñas. Ella vivía allí y se salvó de milagro. 

¿Ha pensado por qué se salvó?
Porque tenía -y tengo- mucha guerra que dar. 

¿Qué recuerdo tiene de aquel día?
Era mi cumpleaños (cinco). Tengo recuerdos muy difusos, la puerta y el techo cayeron encima mío y mi hermano debajo de mi cama, no sé si por instinto de supervivencia o por la onda expansiva. Mis padres se salvaron de milagro, porque habían cambiado el cuarto de sitio, siguiendo los consejos de la vecina de abajo, ya que cosía en el mismo cuarto y sabía que mi padre, que era conductor, dormía en los tres turnos. 

¡Vaya! Un pequeño milagro... 
Bueno, hay más. En la mesilla de mis padres siempre ha estado una Virgen de Fátima grande de las que se iluminan en la oscuridad en una mesilla y la Virgen del Pilar en la otra. Pues después del atentado, aparecieron dadas la vuelta, pero intactas.

¿Qué secuelas le quedaron?
Legalmente reconocidas en ese momento: estrés postraumático permanente no invalidante (según consta tras 201 días de baja). Con el tiempo, me han ido confirmando diferentes médicos que algunas de las patologías que padezco es muy fácil que hayan sido derivadas del atentado, como el bruxismo, la escoliosis, la ansiedad, el asma. Ahora mismo estoy en tratamiento y seguimiento continuo por reexperimentaciones y un cuadro trastorno mixto adaptativo. Algunos compis también tienen asma. Muchos desarrollaron cánceres. Hay estudios que demuestran la relación del cáncer en víctimas a consecuencia del estrés y el estado continuo de alerta en el que vivimos.

Estos días serán muy especiales. 
Año tras año, los mismos recuerdos me despiertan a la misma hora, el mismo día del atentado, con la misma sensación de ansiedad de quien ha sufrido la caída de la puerta y techo sobre su pequeño cuerpo.

¿Qué opina del acercamiento del Gobierno central a EH Bildu?
Un despropósito total, primero me parece una traición a sus propios muertos, a las víctimas que tienen en sus carnés de afiliados y sobre todo hacia la sociedad en general. Está claro que Sánchez prefiere el apoyo de ellos por miedo posiblemente a que tomen represalias contra él, que aliarse con los constitucionalistas.

Dicen que no hay nada gratis. ¿Qué cree que le da Sánchez a los abertzales por apoyar los Presupuestos?
El acercamiento de presos, la liberación de algunos de ellos alegando motivos como enfermedad grave, cosa que otro tipo de presos en las mismas o peores consecuencias no tienen... Estoy segura de que el retraso de reclamar a Josu Ternera para juzgarlo por nuestro atentado entre otros, forma parte del pacto.

¿Qué siente al ver cómo los asesinos de Miguel Ángel Blanco o el matrimonio Jiménez Becerril obtienen beneficios penitenciarios?
una gran decepción e impotencia, pero la misma que sentimos la gran mayoría de las víctimas, al ver cómo después de casi 50 años sigue habiendo víctimas de Primera, Segunda y Tercera regional... Mientras me quede un ápice de aliento, seguiré luchando por intentar que esas diferencias dejen de existir y por supuesto no dejar que manipulen la Historia, llevando el verdadero relato de las víctimas allá donde se le requiera o nos dejen.

Usted es dirigente de Ciudadanos en Zaragoza. ¿Qué sintió cuando vio a Arrimadas apoyando a Sánchez pese a que este se había acercado a EH Bildu?
Teníamos que demostrar que desde la oposición se puede hacer politica útil, y más con unos Presupuestos que son esenciales, pero llegó un momento en el que Ciudadanos se tuvo que ir. No me podía imaginar a Inés sentada en la misma mesa de negociación con los bilduetarras.

¿Qué le parece que el etarra Pakito, ideólogo del atentado de Zaragoza, salga de prisión antes de tiempo justo en el aniversario de la masacre?
Un despropósito y hecho a muy mala ostia. Hay muchos días al año para hacerlo y muchas ciudades donde concedérselo. Un nuevo claro ejemplo de las concesiones del Gobierno a los etarras.