Puy de Fou, día I: distancia, buen tiempo y algunos nervios

La Tribuna
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Las 30 hectáreas reunieron a unas 3.000 personas en la jornada que inauguró los espectáculos de mañana. El público jaleó la representación de las cuatro nuevas funciones programadas y los 'mangas verdes' favorecieron el tránsito de visitantes

Puy de Fou, día I: distancia, buen tiempo y algunos nervios

Unas 3.000 personas acudieron a la inaguración de Puy du Fou, el aforo máximo permitido mientras la pandemia siga presente y se mantenga el actual escenario de restricciones planteado por el Gobierno autonómico. Se vendió todo el papel puesto a la venta y por la tarde decenas de toledanos llamaron al parque temático solicitando entradas. La inauguración de los cuatro nuevos espectáculos de día se convirtió en una jornada feliz, multitudinaria pero sin excesos ni aglomeraciones. La labor de los mangas verdes, el personal encargado de dirigir la circulación de los visitantes, ayudó a evitar problemas relacionados con las concentraciones humanas. El regreso del turismo a Toledo, vedado desde hace más de un año y con apenas esbozos durante la Navidad en el Casco Histórico de la ciudad, fue saludado con una mezcla de entusiasmo y precaución. Se establecieron decenas de puntos de dispensación de gel hidroalcohólico y se evitaron largas colas. «Todo nuestro personal se hace test todas las semanas. Queremos que nuestros propios chicos estén a salvo», aseguró Erwan de la Villéon. El responsable de Puy de Fou España indicó que  «las colas van distribuidas y que se dejan espacios de reserva dentro» para prevenir riesgos innecesarios mientras la Covid-19 siga presente.

El funcionamiento del parque respondió a la expectación creada y lo hizo con suficiencia. El público aplaudió los cuatro espectáculos, tanto al final del mismo como colofón a las escenas más brillantes. La representación de las cuatro funciones fue solventada con eficacia, sin que se observaran problemas o fallos de calado.

Hubo algunas demoras en los servicios de restauración, una tardanza que puede explicarse por la alta demanda de consumiciones entre las 14.00 y las 16.00 horas. En uno de los mesones -los hay de varios tipos, incluyendo varios de estilo manchego- se averió la electricidad y no pudieron servirse cafés hasta la llegada de un electricista.