Los andamios lucen apilados a las puertas del Oratorio de San Felipe Neri. Es la señal de que ya han terminado los trabajos de restauración de su fachada y su espadaña, así como una intervención en las cubiertas. La actuación aún no ha finalizado, puesto que ahora quedan por desarrollar los trabajos en el interior. Una limpieza y adecuación de elementos que devolverá su esplendor a este magnífico espacio patrimonial.

El lavado de cara del edificio está siendo ejecutado por Construcciones Corroto, la empresa que fue contratada el pasado mes de agosto por el Consorcio para llevar la dirección de las obras de restauración por un precio de por 1.742,40 euros.

El mal estado del exterior de este Bien de Interés Cultural (BIC) fue lo que llevó a afrontar la reforma. El clima y el paso del tiempo fueron afectando a parte del revoco de la fachada, siendo necesaria una intervención en la que se valoró además reforzar el estado de la cubierta y actuar en la espadaña.

El desprendimiento de varios cascotes terminó por encender las alarmas en el Consorcio, que comenzó a trabajar en un plan de actuación dividido en varias partes mientras el Ayuntamiento acordonaba la zona para evitar cualquier incidente.

El plan de actuación llevado a cabo en el Oratorio contempla cuatro categorías o unidades de actuación. La limpieza y restauración de zonas deterioradas de la cubierta, con la reparación de las zonas de cubierta deterioradas y en mal estado; la restauración de espadaña; la restauración de la fachada exterior y la adecuación del espacio expositivo interior.

La intención del Consorcio es acondicionar el espacio interior del edificio para ser utilizado como lugar de visitas y exposición.

Conviene recordar que el Oratorio San Felipe Neri de Toledo va a ser gestionado durante los próximos cuatro años -prorrogables a otros cuatro- por el Consorcio una vez se rubricó el acuerdo con la Consejería de Cultura, propietaria de este Bien de Interés Cultural actualmente cerrado.