Toledo ha vuelto a dar al botón de arranque del sector turístico esta Semana Santa a pesar de la suspensión de las procesiones. Los datos dan buena muestra de «la capacidad de recuperación de la ciudad» tras un largo periodo de poca actividad por la pandemia de coronavirus y las restricciones sanitarias. El concejal de Turismo, Francisco Rueda, apunta que la Oficina Municipal de Información Turística ha recibido 857 consultas del 1 al 4 de abril, una cifra que refleja el 70%de las visitas que se produjeron en 2019, ya que el año pasado no puede contabilizarse porque Toledo estaba confinada.
Respecto a las consultas, el 97% de los visitantes que se han acercado a recibir información son españoles y procedían de distintos puntos de Castilla-La Mancha, sobre todo, de las provincias de Toledo, Ciudad Real y Albacete, y el 3% restante obedece a turistas extranjeros. Por tanto, Rueda subraya que la reactivación turística se ha apoyado en la región e insiste en que los datos «son alentadores», sobre todo, si se tiene en cuenta «que la mitad de las visitas a la ciudad son de turistas extranjeros» y esta Semana Santa no se ha podido acoger a visitantes de grandes ciudades como Madrid, Valencia o Barcelona, entre otras, que también dominan el sector.
Rueda también destaca la llegada de parejas y familias a Toledo en estos últimos días, una tendencia que va escalando hacia un turismo patrimonial y cultural. En estos momentos de pandemia, el concejal señala que el sector, en líneas generales, opta por el turismo rural y al aire libre, con lo que también es más costoso conseguir buenas cifras a pesar de las restricciones marcadas que han afectado directamente a la Semana Santa de Toledo, declarada de Interés Turístico Internacional, como ocurre también con el Corpus Christi.
El balance es positivo aunque todavía queda un largo camino para que el sector se normalice. «No estamos satisfechos, ni mucho menos, pero sí agradecidos a este impulso de castellano-manchegos» que se han decantado por acercarse y redescubrir Toledo, disfrutando de paseos, de visitas a conventos e iglesias para contemplar las imágenes que no han podido salir a la calle por segundo año consecutivo.
alojamiento. La actividad hotelera también ofrece buenas señales. La ocupación ha oscilado entre el 35 y el 40%, un porcentaje reseñable, ya que aún hay bastantes establecimientos cerrados y las restricciones marcan un aforo del 75%. Por tanto, Rueda explica que la ciudad «se mueve en una oferta de plazas turísticas al 50%.
Por otro lado, el concejal destaca el apoyo de los toledanos a esta Semana Santa «tan singular» y su reencuentro «con la ciudad Patrimonio de la Humanidad».
Rueda espera que este avance del sector turístico siga ofreciendo buenos números y vaya ganando salud a medida que se vayan relajando las restricciones en los próximos meses.