En realidad, aunque en países como España e Italia, casi siempre se hable de éxitos, son muchas más las experiencias empresariales que fracasan que las que triunfan. El 70 por ciento de los proyectos no superan los cinco años. De ahí que «el aprendizaje en el mundo empresarial está más en los errores que en el éxito», apunta el economista Fernando Lallana, autor del libro ‘Emprendedores en el Infierno’ (editorial McGraw Hill), que se presentó en la tarde de ayer en el Teatrillo de San Pedro Mártir, de la Universidad de Castilla-La Mancha.

La obra analiza los principales errores que se cometen a la hora de emprender en los ecosistemas de ambos países y reflexiona en torno a los conceptos de éxito y fracaso, con un guiño al infierno de Dante.

¿Cuáles son estos errores? Sin destripar el libro, Lallana apunta que, sin duda, el principal error que se comete a la hora de emprender es apostar por algo que no tiene demanda. Las estadísticas dicen que en torno al cuarenta por ciento de los fracasos empresariales tienen que ver con productos y servicios que no están conectados con el mercado. «El empresario que lanza un producto piensa más en lo que a él le satisface en clave personal que no en lo que el mercado puede demandar», apunta el autor, quien sugiere un cambio de visión. En torno a dos millones de euros de regalos en España son no deseados, «y aquí pasa lo mismo, cuando lanzas algo al mercado, no tienes que pensar en ti, sino en lo que le gusta a otros, el protagonista del proyecto empresarial no es el emprendedor, sino quien va a comprar».

No son los mismos errores que en el mundo anglosajón, por ejemplo, porque en la cultura latina la principal causa de las bajas tasas de emprendimiento es el miedo al fracaso. Esto retrae a muchas personas a la hora de emprender y también tiene sus consecuencias a la hora de arriesgar más o menos y de analizar más o menos el proyecto, «somos una cultura más emocional, menos racional».

El infierno de emprender. Lallana es economista, carrera que estudió en Castilla-La Mancha, y abogado. Ha trabajado en recursos humanos, hasta que durante la última década se dedica al emprendimiento. Da clases en diferentes universidades, escribe, es consultor y promueve diversos proyectos. El libro ‘Emprendedores en el Infierno’ en realidad está escrito a cuatro manos, en colaboración con el también consultor italiano Gianluca Fioravanti. De forma que no es casualidad que los autores no hayan pasado por alto el año Dante (setecientos aniversario de su muerte), y hagan un paralelismo entre los pecados de la topografía dantesca del infierno y los habituales errores cometidos en el actual mundo de los negocios. «A la hora de recoger una cara menos amable del emprendimiento, que la mayor parte de los proyectos que se ponen en marcha fracasan, cuando vivimos en una sociedad del éxito en la que da miedo reparar en el fracaso, vimos también un paralelismo con Dante, un hombre que tuvo que salir exiliado y tuvo una vida complicada, llena de dificultades, que hizo un itinerario de los pecados de la humanidad a través de ‘La Divina Comedia’; vimos uno paralelismo para dar al libro un contenido más humanístico». Un paralelismo, a veces, entre el infierno y las dificultades empresariales «porque el viaje de Dante también es el viaje de la humanidad, nos podemos ver todos retratados, en cualquier tipo de actividad, también en esta ingente cantidad de proyectos empresariales que fracasan y sucumben a los más variados errores».

Unos errores, recuerda el autor, que en las culturas anglosajonas se ven de otra forma, como un aprendizaje, pero que en la latina se tratan de ocultar por encima de todo.

El libro, que también va a salir en italiano, próximamente se presentará en Roma.