«La reforma laboral solo logrará buenas estadísticas»

Mario G. Gutiérrez
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El secretario general de la federación empresarial toledana considera que se trata de un cambio de nomenclaturas para incluir la palabra «fijo» y dar una falsa sensación de estabilidad

Madruga es uno de los mejores conocedores del tejido empresarial de la provincia de Toledo. - Foto: Yolanda Lancha

El BOE del 30 de diciembre de 2021 publicaba el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, con la pretensión de lograr la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo.

Una pretensión que no se logra a juicio del secretario general de Fedeto, Manuel Madruga, quien alaba la norma, en tanto en cuanto no entra en la rigidez de la contratación, que debe ser potestad de la empresa, pero que, bajo la pretensión de reducir la temporalidad según indica la Unión Europea, pero con la problemática de la forma en cómo se hace, ya que «si existe una causa legítima para hacer un contrato temporal, de una duración determinada, ni Gobierno ni sindicatos, deberían inmiscuirse en si esas circunstancias existen o no, puesto que es una tarea del empresario considerar si posee esa necesidad», opina Madruga, que además añade que la reforma laboral asume unas medidas obviando que «la mayor temporalidad se encuentra en el sector público» donde según Madruga, encontramos trabajadores temporales con más de 15 años de antigüedad y «200 contratos encadenados» en algunos casos.

Para el secretario general de los empresarios toledanos «la palabra fijo se incluye en un tipo de contrato y se eliminan modalidades como 'Obra y Servicio'» lo que no ayudará a una mejora en las condiciones, ni reducirá la temporalidad, sino que servirá para «mejorar las estadísticas» puesto que según afirma, «aparecerá la palabra fijo con mayor asiduidad», aunque lo haga dentro del concepto de «fijo discontinuo, que no garantiza duración» sentencia o el caso de la nueva categoría 'Fijo adscrito a obra' con las mismas características del contrato de 'Obra y Servicio', que va a congregar un alto número de contratos que implican una temporalidad en función de las necesidades de producción.

Del mismo modo, Madruga desecha la idea de que la reforma haya sido impuesta por Europa, sino que se decanta más por el hecho de que se trata de una interpretación a directrices mucho más amplias, y recuerda los intentos de implantar modelos de contratos en nuestro país que resultan fallidos para el tipo de industria que España posee, como la Formación Dual, que «tan buenos resultados da en otros países», mientras que en España, es más beneficiosa la tipología de contrato en «práctica y de formación», que sirve a las empresas para formar aprendices, para mediante esa forma de contratación, desembocar en «una contratación en muchos casos indefinida, con puestos de responsabilidad acorde a esa experiencia adquirida», afirma.

Del mismo modo, Madruga matiza que «concretamente esta problemática viene derivada de la anterior reforma laboral que fue la causante del descenso de este tipo de contratos entorno al 60%».

Esta afirmación la argumenta en base a que los contratos de tipo formativo, garantizan un aprendizaje y formación de futuros trabajadores, y reitera que «permite que a la finalización del mismo se cuente con un bagaje y unas destrezas que faciliten la inclusión en el mercado laboral», por lo que pone en valor la figura del aprendiz, frente a otros modelos laborales.

VENCEDORES Y VENCIDOS. En cuanto a las conclusiones de la reforma laboral, Madruga defiende que se trata de un acuerdo entre patronal y trabajadores, por lo que destaca que la importancia de que cualquier tipo de medida, facilite la creación de empleo tanto para empresarios, como para trabajadores, puesto que si ambos se ven beneficiados en dichas condiciones, puesto que la intención última de ambos es la misma, la existencia de empleo para generarlo y tener la oportunidad de acceder a él.