Susana Hernández del Mazo, concejala no adscrita del Ayuntamiento de Talavera, ha solicitado formalmente la celebración del Debate sobre el Estado del municipio, teniendo en cuenta su «importancia como medida de transparencia en la gestión municipal» y que el pasado año no se celebró. Lo hará en forma de proposición en el próximo pleno, que se celebrará el jueves 28.

En nota de prensas, la concejal ha defendido que el Debate sobre el Estado del Talavera es «una herramienta para visibilizar ante los ciudadanos los problemas y los retos que tiene a día de hoy Talavera», así como «el foro idóneo en que discutir sobre diferentes modos de gestionar los asuntos públicos».

Según ha detallado, «en el debate será necesario evaluar por qué seguimos teniendo la altísima tasa de paro que tenemos, o la falta de limpieza en las calles y el insuficiente mantenimiento de locales vacíos que tan mala imagen le dan a una ciudad como la nuestra».

En su opinión, como concejales tienen la «obligación y responsabilidad» de «examinar si el esfuerzo que se está dando desde el Ayuntamiento, en la medida de sus competencias, es suficiente para sectores como la hostelería o el turismo que tan mal lo están pasando con la crisis económica que está provocando el COVID».

reglamento orgánico del pleno. Por ello, reclama que en el Consistorio «se dé cumplimiento a lo establecido en el Reglamento Orgánico del Pleno Municipal que establece que con carácter anual y durante el primer semestre se celebre una sesión dedicada al debate del estado de la ciudad».

Hernández del Mazo considera que «la verdadera calidad democrática comienza por mostrar voluntad política para airear ante los talaveranos el grado de cumplimiento de los acuerdos a los que se llega en los diferentes plenos, e incluso, yendo más allá, si se van cumpliendo, también, los compromisos programáticos para con la ciudad, por parte del equipo municipal Socialista».

Finalmente, ha recordado que las iniciativas de las distintas formaciones políticas que han salido adelante en los Plenos «están para cumplirse y no sólo para quedar reflejados en un papel y después ser olvidados en un cajón».