Esto se pone patas arriba (0-1)

J. M. Loeches
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El CD Toledo se hace pequeño ante el líder, un CD Marchamalo que agranda la brecha en la clasificación y ahonda en la crisis de los verdes

Esto se pone patas arriba (0-1) - Foto: David Pérez

El CD Marchamalo está poniendo patas arriba la categoría, y ayer al CD Toledo. El líder, sí, el líder, manejó a su antojo al aspirante a líder. El mundo al revés. Salvo un buen tramo de primera parte, con un equipo verde otra vez sin diligencia, el resto del encuentro fue para el cerrojo y la rentabilidad del primer clasificado. Es lo que hay a día de hoy. Y, por delante, están las visitas a Cuenca y Villacañas. ¡Ojo!

El primer disparo fue del conjunto visitante. Pero la querencia de los de Roberto Aguirre de tener la pelota, empezó a plasmarse rápidamente. Encima, en el minuto 8, una salida rápida deRodri pudo propiciar la primera ocasión clara. El egoísmo de Titi lo impidió. El africano recibió entre los centrales y decidió tirar, aunque tenía a Esparza y a Álex Martín a ambos lados. Se lo recriminaron. Y con razón.

El líder no se conformó con la situación y, sin hacerse con el control, metió miedo a su manera, con salidas en velocidad que sostuvieron sin problemas los defensores. El encuentro se metió en un tramo oscuro, sin ocasiones y proclive a la conversación con el de al lado (quien lo tuviera). Pero en el minuto 28, Rodri rompió esa monotonía con una arrancada hacia adelante que acabó en un remate muy duro repelido por el portero Jony. Ese córner ofreció la maestría de Rodri de nuevo, con una jugada que evocó a Iniesta. Hizo todo, entró en el área y brindó el gol a Titi, que la mandó a las nubes de una manera desgarbada. El ex del Manchego no se quedó ahí y, segundos después, le buscó la espalda a Carpin y se la ganó. Su tiro colocado no cogió portería.

Ya en el tramo final de la primera parte, Jokin Esparza se fue de su par, Fane, y metió el esférico en el área. Por enésima vez, Titi no alcanzó a rematarlo. Queda la duda de si, con un rematador en condiciones, el encuentro hubiera llegado con el mismo marcador al entreacto.

Pero el entrenador que movió ficha fue Aitor Gómez, en el CD Marchamalo. Los once verdes continuaron sobre el césped con 45 minutos largos todavía por delante. Precisamente los dos nuevos del equipo visitantes guisaron una oportunidad clarísima. Alvarito ganó metros por el lado izquierdo y el pase al segundo palo no lo recogió por poco Juan Rojo, que se fue cayendo dentro del área por la presión de Cubero. Se reclamó pena máxima prácticamente al completo. Y es que, en el fútbol sin público, se testan perfectamente las cuerdas vocales de las personas, y algunos las tienen muy bien afinadas.

En los inicios de esta segunda parte, al CD Toledo le costó Dios y ayuda hallar el ritmo de la primera y tuvo que trabajar para aplacar el ímpetu de su rival. Eso sí, no se sufrió en defensa. En torno al minuto 55, Álex Martín bajó una pelota imposible dentro del área, recortó a un zaguero y la puso para el remate de algún compañero. El Marchamalo tuvo que interceptar el pase porque era de la muerte.

No cesaron las diabluras del canterano. A continuación, dejó en el sitio a Capi e intentó buscar espacio para el disparo. Al final, perdió una opción clara tras soltar el balón. El CD Toledo ya esta sometiendo al CD Marchamalo a quedarse dentro de su área. Sin embargo, hay que alabar la consistencia, firmeza, dureza, resistencia... y todos los sinónimos que se discurran del equipo gallardo. Muy juntito y sin fallos, comenzó a gestar el nerviosismo de los capitalinos. Y eso que no hay público en las gradas.

Roberto Aguirre llamó a dos que estaban calentando, Pituli y Mamau, que sustituyeron a Esparza y Rodri. Más allá de más intentos, el escenario se aplanó un poquito. Quizás, el técnico verde tiró ya de Rubén Moreno, a falta de un cuarto de hora por jugarse. Justo en ese momento, los de Guadalajara rozaron el gol en un córner rematado por Carpin que, con Leyva ya vencido, tuvo que sacar César Ortiz bajo palos.

Pero el CD Marchamalo sí que supo materializar los buenos minutos que estaba exhibiendo. En un centro desde el lado derecho, Manu Ruiz se elevó por encima de todos para cabecear a las redes el 0-1. Menuda celebración del líder. No es para menos. Los toledanos encima cometieron el error de entrar a las provocaciones de los contrarios. Aguirre quería agilizar los dos últimos cambios: Osama y Rocha.

Hacía muchos minutos que se estaba jugando a lo que quería el CD Marchamalo. Ahora, con más motivo. Si le valía el empate, la victoria ya era gloria. Ya en el minuto 90, Rubén Moreno remató con la cabeza una falta botada por Pituli. La única expresión ofensiva de la segunda parte para los capitalinos.

El colegiado dio cinco minutos de descuento. Se consumieron dos con una (supuesta) lesión de Fane. Daba igual. La impotencia se había apoderado de un equipo, el CD Toledo, que iba a cambiar de la noche a la mañana por la salida de una persona y que ahora mismo transita entre el pesimismo y la desesperación.

Segundo párrafo con sangría en el texto a seis columnas.