El Ayuntamiento de Camarena ha denunciado el robo sufrido entre la madrugada del 14 al 15 que ha supuesto destrozos en 15 sepulturas del cementerio municipal. La sustracción de piezas de metal parece la causa principal de este ataque a las lápidas que demuestra que los camposantos siguen en el punto de mira de los ladrones. De esta manera, la Guardia Civil y la Policía Local investigan para identificar los autores. Hace dos meses, hubo un suceso similar en otro municipio de la provincia, localizado a 10 kilómetros.

Los autores forzaron una de las puertas de entrada al cementerio municipal de Camarena, una localidad de 4.000 empadronados de la comarca de Torrijos, según explicó a este diario la alcaldesa, Rosario García Saco. Durante el confinamiento por la Covid-19 el año pasado, el recinto sufrió otro robo, pero apenas pasó factura con el robo de dos o tres crucifijos.

En esta ocasión, la fechoría ha costado destrozos a 15 sepulturas y sustracciones en más, incluso con un efecto dominó en los daños efectuados para intentar conseguir los objetos metálicos de las tumbas. En ningún caso, hubo profanación.

La alcaldesa subraya la consternación reinante en el municipio por estos hechos, que han afectado también de lleno a familias de integrantes del equipo de Gobierno. «Estamos muy molestos y enfadados», recalcó la representante municipal.

El último robo en un cementerio del que había tenido constancia este diario ocurrió hace dos meses en Valmojado, a apenas 10 kilómetros de distancia. A mediados de mayo, este ayuntamiento denunció la sustracción de 17 crucifijos de bronce durante una noche.

Por su parte, la Guardia Civil detuvo en la operación ‘Crucix’ en diciembre de 2020 a un hombre y a una mujer como presuntos autores de 27 delitos de robo con fuerza en las cosas cometidos en cementerios de 21 municipios de la provincia. Otras tres mujeres fueron detenidas por un delito de receptación en un centro de recuperación de la localidad de madrileña de Humanes.

La titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 8 de Toledo ordenó el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para ambos. Se les imputaba de manera provisional como presuntos autores de un delito de robo con fuerza continuado en su modalidad de agravado por notoria importancia.

La investigación de la Guardia Civil permitió obtener indicios y evidencias sobre la relación directa de estos hechos con los dos individuos mencionados, quienes residían en Guadamur.