"Bolivia tiene dos pandemias: el COVID y el Gobierno 'de facto'"

Agencias
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Retiro voluntario. Después de un año fuera de su país -estuvo refugiado en México y Argentina tras la crisis política de 2019-, el exmandatario cocalero aprovechó el triunfo de su partido en las presidenciales de octubre para volver a Cochabamba

"Bolivia tiene dos pandemias: el COVID y el Gobierno 'de facto'"

Un año estuvo fuera de Bolivia, pero el expresidente Evo Morales no olvidó su país, que se vio obligado a abandonar tras la crisis política desatada en noviembre de 2019.  De hecho, durante su exilio, reconoce, hizo varios viajes a Cuba, donde estuvo planeando junto con Venezuela cómo «retomar» la democracia en Bolivia, con un Gobierno de transición liderado por la derecha tras su precipitada salida por un supuesto fraude en las elecciones presidenciales.

Tras pasar por México y Argentina, Morales regresó a su natal Cochabamba a finales de 2020, donde vive un retiro voluntario. Y desde allí responde a diversos temas, como la crisis desatada por el coronavirus o la «pandemia» generada por el Ejecutivo encabezado por Jeanine Áñez -cuyos dirigentes se encuentran en prisión provisional acusados de delitos de sedición, conspiración y terrorismo- y en el poder hasta las elecciones del pasado octubre, en las que su partido, el socialista MAS, recuperó el poder.

Se han cumplido ya más de cuatro meses desde su vuelta al país desde Argentina, ¿cómo encontró Bolivia?, ¿y cómo encontró su partido, el MAS (Movimiento al Socialismo)?

Bolivia está económicamente destrozada, primero por el Gobierno de facto y segundo, también por la pandemia. Yo decía que Bolivia tiene dos pandemias: el virus y el Gobierno de Áñez, sobre todo en materia económica. En diciembre de 2019 se aprobaron 2.800 millones de bolivianos (moneda del país) de deuda interna para pagar sueldos y aguinaldos. Esa plata (dinero) alcanzó, creo, que hasta marzo. En diciembre no había ninguna pandemia. Nosotros, en 14 años en el Ejecutivo, no hemos recurrido a una deuda interna ni externa para cubrir salarios. Destrozaron la economía nacional y, por eso, decidimos que Lucho Arce -actual presidente del país-, que conoce muy bien el tema financiero, fuera nuestro candidato presidencial. Y no nos hemos equivocado.

¿Cómo trabajó desde fuera de su país para que el MAS recuperase el poder?

Después del golpe, ¿qué dijo EEUU? Que había que proscribir al MAS. Estados Unidos lo tenía claro: no quería que Evo volviese a Bolivia. Y quiero confesarte, cuando yo fui a Cuba no fue por temas de salud, fue una reunión de planificación con Cuba y Venezuela, una reunión de alto nivel a ver cómo retomábamos la democracia. 

La COVID-19 prácticamente expulsó a Donald Trump de la Presidencia, según usted mismo aseguró. Ahora ¿cómo cree que va a ir las relaciones de Bolivia con Joe Biden en la Casa Blanca?

Si bien se acaba el capitalismo racista fascista, vuelve el capitalismo clasista. Para mí no hay democracia en EEUU. El pueblo vota, pero no gobiernan ni los republicanos ni los demócratas, gobiernan las transnacionales. Esa es la política y no va a cambiar nada. 

Lo que piensan en Estados Unidos es que ellos son designados por Dios a dominar el mundo, la soberanía del planeta les corresponde a ellos. Lo que ellos planifican es cómo hacer que los pueblos del mundo sean más pobres y más ignorantes. Cuanto más humildes, pobres e ignorantes, es más sencillo para ellos dominarnos, someternos y robar nuestros recursos naturales. Esa es la lucha histórica de la Humanidad. Para mí, con Biden, no va a cambiar, habrá algunos programas sociales para implementar, pero el tema estructural no va a cambiar.

En la relación de Bolivia y Estados Unidos, la expresidenta Jeanine Áñez puso un embajador boliviano en Washington, pero no hubo una reciprocidad desde la nación norteamericana...

Es así, te usan para destrozarte. Es importante tener relaciones diplomáticas con todo el mundo, pero con respeto mutuo. Que nos respeten y nosotros respetamos y todos cumplimos con nuestras responsabilidades en temas de la lucha contra el narcotráfico, por ejemplo, acuerdos internacionales. No es que Estados Unidos tenga que donar, ayudar, que salvar su responsabilidad como país consumidor de cocaína. Pero durante nuestra gestión nos congelaron todo.

¿En qué consiste ese tránsito de ser jefe de Estado, de salir repentinamente y terminar asumiendo la labor de jefe de campaña en las siguientes elecciones presidenciales con otro candidato?

La primera semana en México no entendía qué había pasado, no me explicaba. La segunda semana reaccioné y le dije a Álvaro (Linera, que era su vicepresidente cuando se denunció el fraude en los comicios): «Esta es la lucha permanente, ideológica, programática, cultural, social. Uno puede caerse pero hay que levantarse y seguir adelante».

Hubo tanta persecución... luego dije que, por lo menos, mediante redes y Twitter íbamos a batallar. Tanto en México como en Argentina me dijeron que no podía como refugiado o como exiliado hablar sobre esos países, pero sí podía hablar sobre Bolivia, era mi derecho y aproveché los medios de comunicación.

¿Va a postularse a las próximas elecciones?

No, aunque legalmente, constitucionalmente, puedo... Pero no, por ahora déjeme con mi aportación a la gestión pública, esa es mi misión ahora mismo.

¿No cree que la idea del golpe de Estado también va a caer como la del fraude? Las investigaciones no avanzan.

Sí, tenemos debilidad. No sé si pasa por la Justicia o por alguna instancia del Estado. Pero está demostrado que no hubo fraude, la mejor prueba son las elecciones de octubre del año pasado -se repitió el triunfo del MAS con distinto candidato-.

En ese momento el país estaba muy polarizado, ¿no cree que la molestia era que usted quisiera optar por un cuarto mandato y que la gente ya se empezó a saturar de su presencia?

Acá en Bolivia hemos demostrado que la continuidad da resultados; eso sí, cuestionan a Evo, a Bolivia, pero no a Angela Merkel en Alemania por repetir mandato.

¿Cómo le va con la crianza de peces y cómo se mantiene ahora?

Creciendo. Tras casi 14 años de presidente, tengo ahí mis ahorritos, estoy fregado económicamente (mal de dinero) y voy a trabajar, soy trabajador (piscicultor). Yo no hice plata en casi 14 años de presidente, ahora tengo que trabajar.

Viajo por tierra en un coche prestado, no saco créditos. Para viajar me garantizan los viajes para poder asistir a los eventos.