Embalses de la zona no se benefician de la lluvia y la nieve

Lola Morán Fdez.
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Las precipitaciones de los últimos días y el deshielo no han influido en las reservas de las siete presas que abastecen a Talavera y su comarca, que están al 70,9%

Embalses de la zona no se benefician de la lluvia y la nieve - Foto: Manu Reino

Las precipitaciones de los últimos días y el deshielo de la nieve que cayó hace casi dos semanas no han afectado a las reservas de los embalses que abastecen a Talavera y su comarca, que se encuentran en estos momentos al 70,9% de su capacidad. Una cifra habitual para estas fechas, tal y como señaló a La Tribuna el presidente de la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche, Miguel Ángel Sánchez, quien confirmó que la escasa afectación de la nieve en esta zona ha hecho que no repercuta en los embalses, como sí ha sucedido en otras zonas.  

En el caso del embalse de Cazalegas, que pertenece a la cuenca del Alberche, Sánchez indicó que se encuentra al 90%, precisando que está «como siempre», dado que se trata de una presa que «se gestiona siempre hasta arriba». En concreto, cuenta con 6,37 hectómetros cúbicos de los 7 que tiene de capacidad máxima. Un dato que desciende ligeramente respecto a la semana anterior, cuando tenía 6,52 hectómetros cúbicos.

El embalse del Rosarito, en la cuenca del río Tiétar, el presidente de la Plataforma en defensa de los ríos Tajo y Alberche indicó que debe estar «bastante vacío para poder aguantar avenidas en primavera». En concreto, según los últimos datos aportados desde la CHT, alberga 53,33 hectómetros cúbicos, con lo que se encuentra al 65,03% de su capacidad.

Embalses de la zona no se benefician de la lluvia y la nieveEmbalses de la zona no se benefician de la lluvia y la nieve - Foto: Manu ReinoEn el caso de San Juan, de la cuenca del Alberche, «está bien porque se está recuperando, y eso da garantías para el regadío del Alberche». Sus reservas son ahora de 104,53 hectómetros cúbicos, situándose al 75,7% de su almacenaje.

En lo que respecta al resto de las presas que afectan a Talavera y a su comarca, son de menores dimensiones y «se gestionan siempre llenas», como es el caso de Picadas, que dispone de 14,37 hectómetros cúbicos, estando casi al 96%, tras descender de manera muy poco significativa el dato respecto a la semana anterior.

En el caso de La Portiña, que tiene 1,52 hectómetros cúbicos y está al 30,4%, Sánchez explicó que «se gestiona siempre así de bajo por seguridad», puesto que se trata de «una presa bastante obsoleta».

El embalse de Azután acumula 76,30 hectómetros cúbicos, situándose al 67,5% de su capacidad. Baja ligeramente respecto a la medición anterior, en la que acumulaba 77,99 hectómetros cúbicos.

La presa de Navalcán «se va recuperando poco a poco» y se espera que siga así a lo largo de este invierno, si bien de momento se manejan en todos los casos «cifras normales».

Cabecera del Tajo. Donde sí se están notando los efectos de la lluvia y el deshielo es en la cabecera del Tajo, donde están entrando 100 metros cúbicos por segundo en cabecera, tanto en Entrepeñas como Buendía, algo que hará que «entre bastante agua».

En lo que respecta al tramo medio, excepto una pequeñísima crecida en Toledo que estuvo en torno a los 100-120 metros cúbicos por segundo,  que no llegó a Talavera, «de momento no se ha notado para nada en el río» ni las lluvias ni el deshielo, según indicó Sánchez.

Sí se ha notado  en la cabecera del Segura así como en el Guadiana, y «eso significa que probablemente esta primavera haya agua en el Alto Guadiana, que las Tablas se recuperen».

Sánchez expuso también hay bastante nieve acumulada en la cabecera del Tajo y por ello se prevé que vaya a entrar «bastante agua al propio sistema». En cualquier caso, señaló que en la zona de Talavera y comarca no será el caso puesto que la lluvia caída, a pesar de la alerta, finalmente fue normal, de unos 40 litros por metro cuadrado.

Además, manifestó que ese agua, «según está el modelo de gestión ahora mismo, prácticamente no sirve para nada, porque realmente lo que está haciendo la Confederación es aguantar todo el agua en cabecera y luego así destinar el excedente para trasvases».

Por ello, dijo que si bien de un lado «está bien porque va a hacer que los embalses de cabecera se aproximen a los 650-700 hectómetros, cosa que no deja de ser el 30%-35% aproximadamente, a nosotros mientras no cambie el modelo de gestión y se establezcan por fin caudales ecológicos serios, no nos sirve para nada».

Como indicó el representante de la Plataforma, este miércoles se celebrará la Comisión de Explotación del Trasvase Tajo-Segura, en la que se propondrá un nuevo trasvase de otros 20 hectómetros cúbicos. Algo que se plantea además cuando «hay más de 200 hectómetros del sistema de trasvase guardados en la cuenca del Segura», más lo que hay en lagunas y demás y teniendo en cuenta las abundantes precipitaciones que ha habido en esa zona, recordó Sánchez, incidiendo en que se trata por tanto de «un disparate».