La exportación como salida de la crisis centró buena parte de los discursos oídos ayer en el 25 aniversario de Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, organización conocida hasta hace unos años bajo las siglas Ucaman. Y es que, «la internacionalización ha dejado de ser un lujo», para pasar a ser una necesidad, como apuntó Emilio Ontiveros, catedrático de Economía de la UAM, socio de la consultora Analistas Financieros Internacionales y un ‘clásico’ en este tipo de encuentros.
Partiendo de la base de que «el protagonismo del sector agroalimentario es mayor en Castilla-La Mancha que en resto de las regiones», también lo es su «responsabilidad» en términos de exportación y para «explotar» las ventajas que las cooperativas tienen frente al resto, explicó Ontiveros. Ventajas que pasan por «aprovechar las políticas de alianzas», tanto para salir al exterior, como en ámbitos como el de la innovación, la adecuación de la oferta a la demanda y en «términos de capacidad de negociación con las grandes superficies».
Unas «alianzas» que también son útiles para ganar capacidad de negociación con las entidades financieras a la hora de afrontar nuevas inversiones, añadió.
Y aquí Ontiveros enlazó con otro discurso recurrente en los encuentros de cooperativas, que no es otro que el de que el tamaño sí que importa. Como indicó, con la crisis «hay una tendencia» a aumentar la dimensión media de las empresas para «contener márgenes», aumentar su «poder de negociación» y mejorar la eficiencia.
En el caso concreto de las cooperativas, el profesor les instó a «fortalecer marcas comunes», ir juntos a los mercados exteriores, «fortalecer la imagen de las cooperativas», aligerar las estructuras y apostar por profesionales cualificados. Recetas que «pueden garantizar la supervivencia en unos años que, aunque no sean los de mayor crecimiento, sí van a ser de crecimiento», concluyó.
En otro orden de cosas, Ontiveros no dejó pasar la oportunidad para criticar el ajuste que se está haciendo en la eurozona, «demasiado concentrado en el tiempo». Según alertó, «no por formular propósitos de enmienda más duros se va a ser más verosímil». «Europa debería dar un calendario más suave para suavizar sus finanzas», porque, si bien sí que hay que «adelgazar» la deuda pública, «el riego de anorexia está a la vuelta de la esquina».